Rusia y el problema del sida

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Marianna Belenkaya, RIA Novosti. La prensa y los sociólogos debaten enérgicamente cómo ha cambiado la imagen de Rusia después de la reunión del G8.

Marianna Belenkaya, RIA Novosti. La prensa y los sociólogos debaten enérgicamente cómo ha cambiado la imagen de Rusia después de la reunión del G8.

La imagen del país habrá mejorado, por lo menos gracias a la magnífica organización del foro y el papel rector que Rusia desempeñó durante los debates sostenidos en su marco. Ese efecto se siente en el momento presente, pero en lo venidero la imagen de Rusia dependerá, en particular, de cómo van a cumplirse las decisiones tomadas en San Petersburgo, por ejemplo, la atinente a la lucha contra las enfermedades infecciosas, incluido el SIDA.

Conviene hacer recordar que este tema figuró entre los tres fundamentales debatidos en la reunión del G8, junto con la seguridad energética y la educación. Las decisiones que se tomaron  tienen un carácter concreto, pero no declarativo. Según manifestó el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el cumplimiento de los programas trazados permitirá garantizar a todos los VIH positivos el acceso a las medicinas que les hacen falta hacia 2010.

Se trata de un problema apremiante para Rusia. Los fármacos en cuestión son caros. Gracias a la cooperación establecida por Rusia con la UNAIDS (programa de la ONU para VIH/ SIDA) se logró reducir el costo del curso de tratamiento para tales pacientes de 6 mil dólares hasta 1,4 mil. El ministro de Salud Pública, Mijaíl Zurabov, dice: Rusia ya empezó a fabricar ciertos preparados, por lo que el costo de un curso de tratamiento puede bajar aún más, hasta 800 dólares.

Según datos estadísticos oficiales, en el país hay más de 360 mil VIH infectados. De ellos tienen la perspectiva de recuperarse 15 mil. En 2007, se prestará ayuda a 30 mil. En lo venidero, esta cifra irá creciendo en la medida en que aumente el número de las personas que deben recibir los respectivos preparados, dice el primer médico sanitario de Rusia, Guennady Onischenko.

Además, Rusia asume la tarea de proporcionar los fármacos en cuestión tanto para sus propios ciudadanos como para los de la Comunidad de Estados Independientes. Durante la reunión del G8 celebrada en San Petersburgo se anunciaron los planes de construir en territorio de Rusia un centro regional de elaboración de vacunas y preparados contra el VIH y el SIDA. Rusia prevé asignar para estos fines unos 40 millones de dólares. Como resultado de ello, nuestro país ocupará las posiciones de líder en el desarrollo de la vacuna anti-VIH/ SIDA  para Europa del Este y Asia Central. Junto con elaborar la vacuna, el centro va a realizar el respectivo monitoreo en el territorio de la Federación de Rusia y el espacio eurasiático, dice Onischenko.

Según un informe presentado en el marco del programa UNAIDS, precisamente en esta región la epidemia se propaga a ritmo acelerado. El número de los VIH infectados aumentó en 20 veces en menos de 10 años. Tan sólo en 2005, en los países de la región fueron registrados 220 mil nuevos VIH positivos,  su total alcanzó 1,5 millones, murieron 420 mil. En la Federación de Rusia, los infectados del VIH aumentaron hasta 940 mil en 2005; en Ucrania, hasta 410 mil, y en Bielorrusia, hasta 20 mil.

Según datos de UNAIDS, en 2005 en el mundo se contaminaron del VIH 4,1 millones de personas y murieron del SIDA 2,8 millones.

Conviene señalar que los datos de la ONU no coinciden con la estadística oficial rusa, que ofrece cifras tres veces más bajas. En Rusia, anualmente se someten al examen del VIH hasta 20 millones de personas.

Según datos de la Agencia Federal de Protección de los Derechos del Consumidor y Bienestar de la Población, encabezada por Onischenko, en la Federación de Rusia están registrados más de 362 mil VIH infectados, entre ellos el 80% son  jóvenes de 15 a 30 años. Conforme a los recientes cálculos realizados por la Agencia, desde que en 1987 fue registrado el primer caso del VIH, en el país murieron del SIDA 11 mil 861 personas. Entre las regiones más afectadas figuran las provincias de Irkutsk, Samara, Oremburgo, Sverdlovsk, San Petersburgo y Moscú y la Comarca Autónoma de los Janti y los Mansi. Casi el 50% de la población del país vive en territorios con alto y muy alto nivel de contaminación con VIH.

En la mayoría de las regiones rusas, un 72% de los VIH positivos se infectaron como resultado de la aplicación intravenosa de drogas. Pero últimamente se observa una nueva tendencia: ha aumentado en flecha el número de los contaminados por contactos sexuales. En 2001, su parte proporcional entre el total de los infectados era del 6%, y en 2005 ya alcanzó el 45%. En relación con ello, los expertos repiten cada vez más a menudo que la enfermedad se sale del marco del "grupo de riesgo", entre el que catalogan por tradición a los drogadictos  y las trabajadoras del sexo comercial, según suelen llamar a las prostitutas eufemísticamente.

Preocupa la propagación de la infección entre las mujeres, pues de ellas depende la salud de la nación. La parte de las mujeres de la edad reproductiva (de 15 a 44 años) en la estructura de los VIH infectados ha alcanzado el 38%, y hasta excede el 50% en ciertas regiones sureñas del país. Además, en los últimos 6 años se decupló la detección de la VIH infección entre las embarazadas: de 300 casos en 1999 hasta 3505 en 2005. Los niños nacidos de las madres VIH positivas ya son casi 11,5 mil. En total, en Rusia hay unos 2,5 mil niños con VIH. Los padres se niegan a recoger de la maternidad a muchos de ellos, por lo que surge el problema de cómo y dónde van a criarse tales niños. Ciertos hogares de infancia y escuelas se niegan a recibirlos. "Aunque en los últimos años ha cambiado mucho en el tratamiento de la VIH infección, en las cabezas de la gente no ha cambiado nada", hace constar con amargura  el médico Evgueny Voronin, del Centro de Ayuda a las Embarazadas y los Niños VIH Infectados de San Petersburgo.

En Rusia los organismos oficiales dedican mucha atención a realizar la profilaxis del VIH y llevar a cabo la respectiva labor entre la población, procurando hacerla más tolerante para con aquellos que adolecen ese mal. Por algo uno de los anuncios concerniente al SIDA, que se transmite por televisión, dice: "No paséis de largo. Deteneos. Ello os afecta a vosotros también".

Pero la labor que desarrollan en este sentido los funcionarios y voluntarios todavía no ha dado el fruto apetecido, aunque en general en Rusia se hace mucho para combatir el mal del siglo XXI, en particular aumenta la financiación.

Rusia cumple estrictamente el horario de las actividades de lucha contra el VIH/ SIDA, fijadas en la Declaración adoptada en la Sesión Especial de la Asamblea de la ONU de 2001. Para los fines de profilaxis, diagnóstico y tratamiento de los infectados del VIH y las hepatitis virales, el Gobierno ha asignado  más de 100 millones de dólares en 2006. Según el ministro de Salud Pública de Rusia, Mijaíl Zurabov, para luchar contra la infección VIH, de todas las fuentes se asignarán unos 400 millones de dólares. En 2007 esta cifra se duplicará. Además, hacia 2010 Moscú habrá compensado al Fondo Global de Lucha contra el SIDA los 270 millones de dólares recibidos antes para realizar los respectivos proyectos en Rusia. Ello está anotado en el suplemento de la Declaración  de Lucha contra las Enfermedades Infecciosas, que fue adoptada en la reunión en la cumbre del G8. El aporte ruso ya se duplicó en 2005, totalizando 40 millones de dólares.

Desde ahora la Federación de Rusia tanto acepta ayuda internacional en la lucha contra el SIDA como la presta a otros Estados, en particular los de la CEI, y promueve sus propios proyectos en esta materia. Precisamente ello permite hacer conclusión de que la imagen de Rusia se hace más atractiva, aunque el país tendrá que recorrer un largo camino todavía para conseguir, como mínimo, la reducción del número de los VIH infectados.

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