El Cairo, 29 de agosto, RIA Novosti. En la capital libia Trípoli este martes se ha reanudado el proceso contra 5 enfermeras búlgaras y un médico palestino, acusados de haber contagiado premeditadamente con el sida en 1999 a 426 niños de Bengasi.
El proceso judicial repetido, que se abrió en mayo de este año, avanza con mucha lentitud. Las audiencias se celebran una vez en dos semanas.
Los acusados ya han pasado en la cárcel cerca de 7 años.
En 1999, cinco enfermeras búlgaras y un médico palestino fueron arrestados en Libia como sospechosos de haber contagiado premeditadamente de sida a niños libios. En 2004, el Tribunal de Libia los condenó al fusilamiento. Los enjuiciados recurrieron su fallo y exigieron volver a examinar el asunto, afirmando que ellos no tenían la culpa y que se aplicaron torturas para arrancarles el reconocimiento.
El 7 de junio de 2005, el tribunal dictaminó que los 9 policías acusados de haberlas aplicado eran inocentes.
El año pasado Libia exigió que Bulgaria pagase una compensación monetaria por la tragedia de Bengasi. Sofía se negó a hacerlo, declarando que ello se interpretaría como reconocimiento de la culpa de las enfermeras.
El 25 de diciembre de 2005, el Tribunal Supremo de Libia anuló el fallo anterior de pena de muerte y dispuso efectuar una nueva investigación.
La Unión Europea en más de una ocasión ha exigido excarcelar a las enfermeras búlgaras, calificando de "atrocidad" aquello que hacen con respecto a ellas las autoridades libias. Los parlamentarios europeos subrayan que Libia hasta la fecha no ha presentado pruebas irrefutables de la culpa de ellas.
Como una compensación, la UE muestra disposición a dotar de todo lo necesario para diagnosticar y tratar el sida el hospital de Bengasi en que se produjo la tragedia.
Los padres de los niños contagiados exigen cumplir el fallo de la pena de muerte anulado, manifestando que ya murieron más de 50 niños contagiados y que a los demás también los espera la muerte.
