El "Arte en la Cumbre" es una retrospectiva de 15 años de trabajo del boliviano José Rodríguez reconocido acuarelista quechua.
El arte ganó su espacio en la II Cumbre Suramericana con una muestra de 25 alegorías en acuarela del boliviano José Rodríguez que recogen desde la ''Persistencia'' de los pueblos aborígenes a la ''Incertidumbre'' por el conflicto de los hidrocarburos.
Las acuarelas retratan desde ''Lucifer'' con ángulo andino y el ''Despojo'' de los pueblos, hasta ''La huida'' del presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Losada, derrocado en octubre de 2003.
''Arte en la Cumbre'' es una retrospectiva de 15 años de trabajo de Rodríguez, reconocido acuarelista quechua y seguidor de grandes maestros, ''descubierto'' para la cita de Cochabamba por la vicecanciller boliviana, María Luisa Ramos.
Este seguidor del maestro británico Joseph Turner (1775-1851) y ''especialmente'' del italiano Ettore Roesler Franz (1845-1907), pretende ''comunicar al mundo'' los problemas sociales y políticos que sufre su país.
José Rodriguez, de 48 años y dedicado de lleno a la difícil técnica de la acuarela desde hace 33, es descendiente de campesinos quechuas, esposo de una artista y padre de otras dos, ''que han ganado los premios internacionales que yo no gané'', destacó con orgullo.
En ''Arte en la Cumbre'' impactan las masas de ''Persistencia'' en los valles andinos bolivianos y la luminosidad del gigante ''Trashumante'', que camina sobre un altiplano alfombrado de periódicos con grandes titulares sobre la globalización.
En sus obras proliferan las palomas de papel, algunas muertas y otras sostenidas con cordeles en medio de las principales escenas.
El gigante de ''Incertidumbre'' tiene los pies vendados con periódicos; ''significa que ha caminado mucho'', y además ''carga con una refinería que simboliza a los hidrocarburos'', un elemento de tanto peso que le obliga a agarrarse la cabeza con desesperación.
''Y la cabeza es una cúpula, que es la Casa Blanca, y una ciudad acristalada, pero debajo hay una multitud que está emergiendo de un amanecer, que está poblando unas montañas'', agregó.
Rodríguez, para quien ''las más de 36 nacionalidades'' bolivianas ''están ávidas de participar y trabajar por el país'', insistió en que la riqueza de gas ''ha dado lugar a un permanente conflicto, porque hay muchos intereses trasnacionales de por medio''.
Además de trabajar en su taller, ''como todo artista'', se dedica a organizar ferias culturales en las comunidades de los valles bolivianos, una de las zonas de ''permanente emigración'' por razones económicas.
