Ayer la Agencia Espacial Rusa (Roskosmos) y el Instituto Coreano de Investigaciones Aeroespaciales (ICIA) firmaron el contrato, por el cual en primavera de 2008 un cosmonauta surcoreano protagonizará el viaje espacial a la ISS en la cosmonave rusa "Soyuz".
Roskosmos se abstuvo de comentar cuánto costaría a Seúl la permanencia de diez días del cosmonauta surcoreano en el segmento ruso de la Estación Espacial Internacional, pero el jefe de Roskosmos, Anatoli Perminov, dijo que el viaje se efectuará a "precio viejo". Las partes afinaron el borrador del contrato, cuando el precio del viaje espacial se ubicaba en 20 millones de dólares.
No obstante, los precios suben y el dólar baja, señaló Perminov. A consecuencia, el Centro de Adiestramiento de Cosmonautas "Yuri Gagarin" y el grupo de cohetería espacial Energia están revisando al alza los precios de sus servicios.
"Si antes el precio de la misión espacial era de 20 millones de dólares, ahora ha subido hasta 21 millones -precisó Peminov-. No se descarta que en un futuro llegaría a 25 millones de dólares."
Los responsables de los departamentos aerospaciales de los dos países trazaron asimismo las líneas maestras de fomento de la cooperación estratégica. Rusia está trabajando en la creación del vehículo impulsor coreano (KSLV) y las empresas rusas participan en las obras de construcción de un centro espacial en Corea del Sur. En rigor, el KSLV-1 no es sino el cohete ruso "Angara" en fase de desarrollo en el grupo "Jrunichev". El impulsor surcoreano cumpliría su primera misión espacial en el horizonte del año 2008.
La cooperación con la República de Corea en el dominio espacial podría proporcionar a Rusia centenares de millones de dólares.
