Buenos Aires, 12 de diciembre, RIA Novosti. Debido a un inmenso número de deseosos de decir su último adiós al ex presidente de Chile, Augusto Pinochet, las puertas de la capilla ardiente donde están velados los restos del fallecido, estarán abiertas toda la noche.
Antes se planeaba cerrar acceso al templo el lunes a las 21 horas (hora local).
Sin embargo, miles de chilenos congregados frente al templo, pasaron muchas horas, formando larga cola, bajo abrasadores rayos de sol, para expresar su sentir por la muerte de Pinochet, pero no lograron hacerlo. La familia del difunto permitió prolongar el tiempo de despedida.
Junto al féretro instalado en el centro del templo, cubierto de la bandera nacional de Chile, está montada la guardia de honor integrada de cuatro militares.
Se dice que el templo se cerrará a las 11 horas (a las 17, hora de Moscú).
Luego el cuerpo del ex dictador será incinerado y entregado posteriormente a sus familiares. Se ignora aún el lugar donde estará sepultada la urna. La familia mantiene en secreto el lugar de entierro de Pinochet por temor a que la tumba sea escarnecida.
La misa de difuntos corrió a cargo del arzobispo Francisco Javier Errazuriz, cardenal de Santiago.
Con el fin de prevenir disturbios, las autoridades oficiales desplegaron medidas de seguridad sin precedentes en la capital; miles de policías patrullan las calles de Santiago.
Augusto Pinochet murió el domingo en el hospital castrense de Santiago a la edad de 91 años. Después del golpe militar, gobernó en Chile de 1973 a 1990. El 3 de diciembre Pinochet fue intervenido quirúrgicamente al sufrir el infarto de miocardio.
