Toyota Creditbank, división financiera de la gran corporación nipona, está finalizando los trámites para obtener una licencia en Rusia y quiere obligar a los concesionarios de la marca japonesa a que trabajen con ella de forma exclusiva. La decisión significa para los bancos locales la eventual pérdida de más de mil millones de dólares en materia de créditos otorgados para la compra de coches.
Entre enero y diciembre de este año, los concesionarios de Toyota han vendido en Rusia 86.000 vehículos, de los cuales un 40% han sido financiados a través de préstamos bancarios. Hacia finales de 2007, Toyota pondrá en marcha una planta industrial en San Petersburgo, por lo cual sus modelos tendrán un precio todavía más atractivo y el volumen de los créditos irá incrementando.