La norteamericana Chervon tiene buenas oportunidades de instalarse en el mercado petrolero ruso, al formar una empresa conjunta con Gasprom neft, compañía que antes pertenecía a Roman Abramovich.
La participación de la compañía rusa en el capital social de la empresa conjunta es del 30%, pero Gasprom neft adquirirá el paquete de control de acciones de la misma, conforme al acuerdo alcanzado anteriormente por las partes. En la fase inicial de cooperación Chevron actuará como inversor principal en los proyectos petroleros que apuntan a elevar la eficacia de la extracción de crudo, sostienen los expertos.
Gasprom neft se ha planteado el objetivo global de aumentar en el 150% la producción anual de petróleo, situándola en 80 millones de toneladas, dice el analista de Solid, Denis Borisov. Para alcanzar el objetivo propuesto la compañía rusa necesita de un socio capaz de ayudarle a diversificar los riesgos financieros y geológicos.
La transacción cerrada con Gasprom neft abre nuevos horizontes para Chevron en Rusia. En verano de 2003 la compañía estadounidense estaba negociando con el entonces presidente de YUKOS, Mijaíl Jodorkovski, la adquisición del 25% de las acciones más una en la unificada "YUKOS-Sibneft". El proyecto no cuajó en realidad. Pocos meses después de fusión de YUKOS con Sibneft, Jodorkovski se vio entre rejas. YUKOS se declaró en bancarrota por multimillionarias deudas tributarias. El accionariado de Sibneft consiguió "divorciarse" de YUKOS y vender la compañía a Gasprom.
Al formar la alianza con la compañía subsidiaria de Gasprom, Chevron podría adquirir una participación en YUKOS, sueño dorado de los norteamericanos, sostiene Borisov.
