Tallinn, 12 de enero, RIA Novosti. El presidente de Estonia, Toomas Hendrick Ilves, ha puesto su firma al pie de la ley "De la protección de los entierros militares", aprobada la víspera por el parlamento del país.
Este documento, junto con el proyecto de ley "De la demolición de las edificaciones prohibidas", crea base legislativa para que los restos mortales de los soldados soviéticos, que descansan en la fosa común al lado del monumento al Soldado Libertador, en Tinismiagui, parte histórica de Tallinn, sean trasladados a otro lugar y el propio monumento, desmontado.
Según el primer ministro de Estonia, Andrus Ansip, los restos mortales de los soldados soviéticos se encuentran en un lugar absolutamente inapropiado y deben ser trasladados de allí. El monumento en cuestión es "símbolo de la ocupación soviética de Estonia", afirma él.
En el lugar donde se yergue el monumento, en 1947 fueron sepultados los restos mortales de 13 combatientes soviéticos que perecieron en otoño de 1944, al liberar Estonia de las tropas nazis.
