La compañía rusa Oboronprom entabló con la italiana Agusta Westland las conversaciones sobre la fabricación en la planta aeronáutica de Ulan Ude del helicóptero AW-139 con masa de despegue de 6 toneladas. El socio italiano pone sus miras no tanto en el mercado ruso como en el mundial, donde la demanda de los aparatos de esta clase se mantendrá dentro de 10-15 años, indican expertos.
Se suponía firmar el protocolo de intenciones a mediados de marzo, en el marco de la visita a Italia del líder ruso, Vladimir Putin, pero por "razones técnicas" se decidió aplazar el cierre del contrato hasta el mes de mayo, explicó el jefe de la Agencia Federal de Industria de Rusia, Boris Alioshin y agregó que el proyecto "podría ser puesto en marcha en la empresa de Ulan Ude ya el año en curso".
"De momento, se trata de contratar el ensamblaje parcial de los helicópteros italianos, pero en un futuro se prevé lanzar la producción en serie del AW-139", comenta el director de la planta aeronáutica, Leonid Belij, en referencia a los problemas que se presentaron con la fabricación del Ka-62, con la misma masa de despegue que caracteriza al AW-139.
Es poco probable que Agusta pueda vender en Rusia la cantidad suficiente de helicópteros para asegurar la rentabilidad del proyecto, afirma el director general de la compañía aérea Utair, Andrei Martirosov. A su juicio, los helicópteros italianos de fabricación rusa se suministrarían al mercado mundial, donde crece la demanda de aparatos de 6 toneladas que se utilizan principalmente en la industria del petróleo.
