Por segundo año consecutivo, Moscú ha recibido el título de ciudad más cara del mundo para los extranjeros, según Mercer Human Resource Consulting.
Los expertos de esta consultoría se encargan de calcular, una vez al año, lo que cuesta la vida para los extranjeros que trabajan en 143 ciudades del planeta. Es una comparación de precios de 200 artículos y servicios de las marcas que están presentes en todas partes, por ejemplo, los yogures Danone, las camisas Lacoste o los coches Volkswagen, Volvo y BMW.
Vivir en Moscú le cuesta a un extranjero un tercio más en comparación con Nueva York que es usada como referencia, con 100 puntos, en el estudio de Mercer. Hace un año, la diferencia fue del 25% pero la depreciación del dólar disparó al alza los precios en toda Europa. El alto salario y las primas que cobra el ejecutivo de una empresa extranjera en Moscú están nominados en divisas, por lo cual no alcanzan para neutralizar el efecto de la inflación.
En la capital rusa faltan hoteles económicos y la habitación de un cincoestrellas sale más cara que en Europa, se quejan los extranjeros residentes en Moscú. Uno puede alquilar aquí un piso relativamente barato, por US$600 mensuales, pero las viviendas de lujo ya cuestan más que en Alemania, EEUU o gran Bretaña.
