Rusia condonó casi toda la deuda que Afganistán tenía contraída con la antigua URRS. Ayer los ministros de Finanzas de los dos países firmaron en Moscú el documento correspondiente que contempla condonar el débito afgano en el marco del Club de París.
La deuda afgana, producto de suministros amplios de armamento y material soviético, ascendía a 11,13 mil millones de dólares. Conforme al documento suscrito, Rusia condonó un 90% de la deuda afgana, o sea, 10,4 mil millones de dólares. El débito restante de 730 millones de dólares se sometió a reestructuración y se amortizará durante 23 años.
Según el ministro de Finanzas ruso, Alexei Kudrin, la deuda restante podría ser condonada, si Afganistán pone en marcha varios proyectos en el marco del programa HIPC, auspiciado por el Fondo Monetario Internacional y por el Banco Mundial. El programa contempla utilizar los recursos condonados para los fines de desarrollo interno. En otras palabras, el débito de 730 millones de dólares, en caso de ser condonado, debe utilizarse exclusivamente en el territorio de Afganistán.
Al condonar la deuda, el Gobierno ruso abre nuevo horizontes para la presencia en Afganistán del capital ruso. Las compañías rusas podrían participar en la explotación de los yacimientos de hidrocarburos, de oro y de cobre; en la reconstrucción de dos plantas de cemento y de una fábrica de abonos nitrogenados. Entre otros proyectos importantes cabe mencionar la modernización del sistema eléctrico de Kabul y la reconstrucción del túnel de Salang, construido con asistencia soviética.
