Al Qaeda no tiene nada que ver con los recientes atentados que han causado más de 250 muertos y casi 400 heridos en la zona kurda del norte de Irak, opina Anatoli Yegorin, del Instituto ruso de estudios orientales.
Comparando Al Qaeda con el Holandés Errante, del que todos han oído hablar pero nadie ha visto, el experto ruso dice que "es cómodo responsabilizarla de errores propios o usarla como cortina para ocultar intenciones sucias".
Es posible que en la tragedia de Al Jataniya y Al Adnaniya haya una pista turca, considera él.
"En Ankara hay un temor obvio de que los kurdos iraquíes escapen al control de Bagdad", afirmó Yegorin. "Turquía concentró tropas enormes en la frontera con Irak y en reiteradas ocasiones se declaró dispuesta a entrar en el Kurdistán iraquí para combatir a la guerrilla kurda", recordó el experto.
Hace una semana, los combatientes del llamado Estado Islámico de Irak difundieron volantes de contenido amenazante en las zonas pobladas por kurdos yezidis. Se decía en particular que la secta yezidi - una simbiosis de culto pagano, antiguas creencias indo-iraníes, religión musulmana, judaísmo y fe cristiana - era contraria al Islam.
"Las creencias religiosas no tienen nada que ver con el asunto", piensa Yegorin. "Se habla mucho de que Irak podría dividirse en tres Estados: el chií, el suní y el kurdo. Turquía se opone a la autonomía kurda y hará lo posible por impedir la aparición de un Kurdistán independiente", subrayó el politólogo. Y las verdaderas raíces de la tragedia iraquí se remontan a la invasión militar de Irak. "La presencia militar extranjera no deja a los iraquíes lograr acuerdo interno. Mientras se mantenga, los atentados van a continuar".
