El resultado de los comicios legislativos en Kazajstán, donde el partido oficialista Nur Otan será el único con representación parlamentaria, ofrece al Kremlin un motivo para realzar otra vez el carácter democrático del sistema electoral vigente en Rusia. Una situación así en Rusia es imposible en principio.
La legislación electoral en vigor requiere que en la Duma, Cámara baja del Parlamento ruso que en diciembre próximo será elegida por primera vez a partir de las listas de partidos exclusivamente, estén presentes por los menos dos formaciones políticas que, en suma, hayan obtenido más del 60% de los votos. Si la barrera del 7% la supera un partido único, incluso logrando una victoria arrolladora, podrá participar en el reparto de los escaños parlamentarios una segunda formación, aquella que haya obtenido el mejor resultado. Y si varios partidos consiguen entrar en la Duma pero no reúnen más del 60% en total, las puertas se mantendrán abiertas para varios perdedores, los que sean necesarios para lograr el porcentaje previsto.
Hace cuatro años, la ley contemplaba la presencia obligatoria de tres partidos en la Duma, con un 50% de los votos en total. Si la democratización del sistema electoral en Rusia continúa a este ritmo, es posible que en las elecciones de 2011 baste con tener a un solo ganador, siempre y cuando haya obtenido el 70% de los votos, por ejemplo, escribe el periódico Kommersant.
Dos días antes de la votación en Kazajstán, el presidente de este país, Nursultán Nazarbáyev, sugirió a su homólogo ruso, Vladímir Putin, quedarse en el Kremlin por un tercer plazo consecutivo, independientemente de lo que digan al respecto en Europa o en el ultramar. Un corresponsal del diario Vremia Novostei pidió al jefe de la Comisión Electoral Central de Rusia, Vladímir Chúrov, un comentario al respecto y recibió una respuesta lacónica: "Nazarbáyev es un político del nivel mundial cuyas palabras no pueden desatenderse".
