Los accionistas de Magna International, productora canadiense de autopartes, aprobaron la venta de 20 millones de acciones de Clase A, por valor total de US$1.540 MM, a la rusa Russian Machines (RM), controlada por el magante Oleg Deripaska. La dirección de Magna pudo convencer a los accionistas minoritarios de que el desarrollo del negocio en Rusia, a pesar de los riesgos inherentes, ofrece perspectivas alentadoras.
Aprobada ayer por mayoría simple de accionistas minoritarios, la transacción podrá cerrarse definitivamente en septiembre. Una vez consumada la adquisición, RM y los accionistas mayoritarios de la productora canadiense deberán aportar las respectivas participaciones al capital de una nueva empresa, que por ahora tiene el nombre provisional de NewCo y la cual obtendrá el control sobre Magna. Oleg Deripaska y el actual jefe de Magna, Frank Stronach, tendrán participaciones iguales en la nueva entidad.
La Bolsa de Nueva York reaccionó a la noticia con una bajada del 1,59% de las acciones de Clase A de Magna. En opinión de expertos, los inversores consideran la transacción con RM demasiado arriesgada. Con todo, el negocio podría ser ventajoso para ambas partes: el mercado ruso de autopartes irá aumentando, lo que beneficia a Magna, mientras que RM tendrá acceso a nuevas tecnologías y mercados internacionales.