La Habana, 3 de septiembre,PL, para RIA Novosti. Por Roberto Salomón. La continuidad de las prácticas proteccionistas de los países industrializados, constituye hoy aún el mayor obstáculo que frena un final exitoso de la Ronda de Doha, además de infligir grandes pérdidas financieras al llamado Tercer Mundo.
Este lunes en Ginebra, donde está la sede de la Organización Mundial del Comercio (OMC), representantes de los 151 países miembros de esta agrupación reiniciaron las negociaciones multilaterales, bloqueadas desde casi un año.
El énfasis principal lo ponen en la agricultura, el "nudo gordiano" que ha impedido un desenlace exitoso de las pláticas, al no existir un acuerdo en esa tema desde el lanzamiento de la Ronda en 2001 en Qatar, para la liberalización del comercio en el orbe.
Los países subdesarrollados piden la reducción y total eliminación de las prácticas proteccionistas, que obstaculizan un mayor acceso de sus productos a esos mercados, lo cual les causa grandes pérdidas.
La Unión Europea (UE), Estados Unidos, Japón y otras naciones ricas invierten cerca de mil millones de dólares diariamente en subvencionar a sus productores agrícolas y el comercio en la esfera.
Lo anterior representa un grave impedimento para el buen desenvolvimiento del comercio internacional, la competencia y la eficiencia económica.
El presidente del grupo negociador de la OMC en el área agrícola, el embajador neozelandés, Crawford Falconer, calificó de bastante positiva la jornada de este lunes en Ginebra.
Estamos buscando propuestas específicas, no necesitamos saber las posiciones políticas de cada uno porque todos las sabemos, y parece que todo el mundo lo ha comprendido, porque hoy no ha habido discursos, añadió.
La reunión es la primera que tiene lugar tras la pausa estival, y los participantes aceptaron la propuesta de Falconer de dedicar las próximas tres semanas a debatir el borrador del área agrícola, con el objetivo de conseguir avances concretos.
Recientemente el ministro de Comercio de Australia, Warren Truss, aseguró que el proyecto de ley agrícola de Estados Unidos, presentado en el Congreso, constituye un revés para los esfuerzos destinados a alcanzar un nuevo acuerdo internacional.
El funcionario también sostuvo que las profundas diferencias entre los países en desarrollo y los ricos sobre la magnitud de los recortes que estos deben hacer a los aranceles industriales, son un reflejo de las dificultades para lograr un entendimiento.
Hace poco el Gobierno brasileño cuestionó ante la sede de la OMC, no menos de 70 subsidios que Estados Unidos otorga a la agricultura, y quedó insatisfecho con las respuestas dadas por esa nación.
Según las autoridades gubernamentales brasileñas, el monto entregado a los agricultores norteamericanos por el gobierno de ese país de 2002 a 2006 alcanzó los 19 mil 100 millones de dólares.
También a la sazón el ministro adjunto de Comercio de China, Wang Chao, dijo a la prensa que el proteccionismo de Estados Unidos se traduce en medidas que violan las reglas de la OMC.
Más recientemente, el ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, cuestionó este fin de semana en Costa Rica el proteccionismo que algunos países aplican a su producción de bienes.
Veo mucho proteccionismo en el mundo y yo tengo miedo, manifestó Iglesias, Secretario General Iberoamericano, cuya secretaría está en Madrid, España.
Pese a la reiterada retórica de las potencias comerciales acerca de su disposición a ser receptivas a los reclamos del Tercer Mundo sobre la magnitud que necesitan de los recortes de las subvenciones, no ha habido una reducción real y efectiva.
