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Firmados en Rusia los últimos acuerdos de ensamblaje industrial de vehículos. Vremia Novostei

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El ensamblaje industrial de vehículos en Rusia no podrá en el futuro beneficiarse de un trato privilegiado.

Tres departamentos federales - Hacienda, Industria y Desarrollo Económico - emitieron el viernes  una disposición conjunta que prohíbe firmar los respectivos acuerdos a partir del 15 de septiembre. A Rusia le habría gustado mantener algunos alicientes para empresas foráneas pero la concesión de preferencias se contradice con los principios de la OMC, y aunque el país no pertenece todavía a esta organización y la fecha del ingreso sigue rodeada de incógnita, ya es hora de ponerse a la altura de los requisitos internacionales.

 

A pesar de la prohibición, varias compañías extranjeras podrán suscribir dichos acuerdos más allá del 15 de septiembre, por haber firmado ya los respectivos memorandos de intenciones. Se trata, en particular, de la estadounidense General Motors, la cual quiere producir las marcas Opel y Chevrolet cerca de San Petersburgo; y la japonesa Isuzu, que montará una joint-venture con la rusa Serverstal-Avto. Esta última fabricará también el nuevo Fiat Linia y varios modelos de SsangYong en Tatarstán.

Se firmaron el viernes varios acuerdos más pero su contenido todavía se mantiene en secreto. Es probable que entre las últimas empresas beneficiadas se encuentre Porsche. El moscovita alcalde Yuri Luzhkov recibió la semana pasada al presidente de esta entidad, Vendelin Videking, y al ex canciller de Alemania, Gerhard Schroeder, para ofrecerles cooperación.

A todos los demás les quedan seis semanas, hasta el 30 de octubre, para acordar con el Gobierno ruso la producción de autopartes.

La práctica de los acuerdos de ensamblaje industrial de vehículos fue introducida en abril de 2005, cuando el Gobierno suprimió o bajó los aranceles sobre la importación de ciertos componentes estableciendo para las nuevas empresas un plazo de ocho años, y para las ya existentes, siete años, a fin de que elevaran el porcentaje de las piezas producidas localmente al 30% del coste total.

Desde entonces se firmaron 16 acuerdos con empresas automotrices de otras naciones, entre ellas, KIA, Volkswagen, General Motors, Nissan, Toyota, Suzuki, Peugeot-Citroën, Hyundai, Mitsubishi y Renault.

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