Ayer, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, hizo una inesperada visita a Teherán, la segunda durante este mes. Durante la primera (a mediados de octubre), el canciller acompañó al presidente Vladímir Putin a Irán. Tras la visita del primer mandatario ruso, la prensa iraní y extranjera se puso a hablar de una oferta hecha por Putin a las autoridades de Teherán.
El primero en referirse a ésta fue Alí Larijani, el entonces secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, quien pasados unos días presentaría la dimisión.
"Los periódicos iraníes comentan a porfía que la dimisión de Larijani guarda relación con la oferta rusa", refirió a Vremia Novostei Nina Mamédova, colaboradora del Instituto de Orientalismo (Academia de Ciencias de Rusia). "Es de suponer que Larijani presentó la dimisión debido a que habló en público sobre la oferta de Putin sin haberlo concordado previamente con el ayatollah Jamenei, líder religioso de Irán. Dicho en otros términos, asumió la competencia de hablar en nombre de la máxima dirigencia iraní. Pero esto no fue la causa sino tan sólo el pretexto de la dimisión", sostiene la experto.
La Sra. Mamédova supone que Rusia pudo haber ofertado a los líderes iraníes "crear en suelo iraní una empresa de enriquecimiento de uranio ruso-iraní con participación de compañías occidentales, y tal oferta pudo haber sido previamente avalada por EEUU". Posiblemente, Lavrov se dirigió a Irán para escuchar la respuesta. De ahí, el velo de secreto que cubre la visita. Cualesquiera filtraciones podrían echar por tierra los acuerdos logrados con la parte iraní.
Las discusiones celebradas la víspera en la sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU crearon una atmósfera favorable para las pláticas ruso-iraníes de ayer. Muhammad El Baradei, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, confirmó que Irán había facilitado a la AIEA información adicional y autorizado a inspectores internacionales visitar sus instalaciones nucleares para aclarar varias cuestiones de importancia. Calificó de un "paso importante en la dirección acertada" el acuerdo logrado en agosto pasado con Irán y relativo a la solución práctica de problemas concretos relacionados con el programa nuclear de este país. Vitali Churkin, embajador de Rusia ante la ONU, también celebró los acuerdos entre Irán y la AIEA. "No existe alternativa a la solución negociada de este problema", hizo resaltar el diplomático ruso.
