El precio de los automóviles Volkswagen, ensamblados en la planta de Kaluga, no será revisado a la baja, dijo el presidente del consejo de directores del consorcio alemán, Martin Winterkorn, quien participó ayer en el acto oficial de apertura de la primera fase de la planta de VW en Kaluga. Si los precios no bajan, sería imposible vender en el mercado ruso el número de coches anunciado, llegaron a la conclusión compartida los expertos.
Volkswagen invierte en el proyecto 750 millones de dólares sindicados por el BERD a cambio del 20% de las aciones de la empresa. Otros 280 millones de dólares aportarán los proveedores, precisa Winterkorn. El consorcio lleva el propósito de construir la planta de ensamblaje que lanzará 115.000 coches al año con la posibilidad de aumentar la producción hasta 150.000 vehículos.
De momento, la planta es capaz de producir 40.000 coches, pero en 2008 ya se prevé lanzar 66.000 automóviles de tres modelos. No obstante, el precio de los automóviles fabricados en Kaluga no bajará porque al principio la empresa utilizará piezas importadas, explica Winterkorn. Tal política en materia de precios permitirá al consorcio llevar adelante los planes de desarrollo.
Son experiencias desconocidas para el mercado ruso, hace constar el analista de la compañía Kapital, Mijaíl Pak. Por ejemplo, el Ford Focus ensamblado en Rusia era más barato que un coche similar importado.
De no revisar a la baja los precios, sería imposible vender tantos automóviles en el mercado ruso, sostiene el ejecutivo de la compañía A.T. Kearney, Evgueni Bogdánov. En el momento actual los coches Volkswagen y Skoda ocupan los puestos números 14 y 16, respectivamente, en la lista de los vehículos extranjeros más vendidos en Rusia.
"Es posible que Volkswagen planea exportar una parte de los automóviles a los países de la CEI -admite Bogdánov-. Pero instalando las plantas de ensamblaje en Rusia, los fabricantes extranjeros suelen bajar un 15% los precios." No obstante, ni siquiera tal rebaja sería suficiente para que Volkswagen pudiera vender en Rusia los 115.000 coches al año después de 2009, opina el experto.
