Washington, 30 de noviembre, Pl, para RIA Novosti. El presidente George W. Bush y el Congreso de Estados Unidos mantienen hoy el pulseo en torno a la aprobación de los fondos pendientes para mantener la ocupación de Iraq y Afganistán.
La multimillonaria suma solicitada para ese fin por la Casa Blanca desató una lucha entre ambos poderes.
Flanqueado por oficiales de alta graduación, el mandatario renovó la víspera sus presiones sobre al Capitolio al llamar a los legisladores a aprobar los 196 mil millones de dólares destinados para ambos conflictos antes de la Navidad.
Ese fondo permitirá al Pentágono sufragar las operaciones en los dos países hasta el tercer trimestre de 2008.
El retraso de ese dinero obligará al departamento de Defensa a despedir a "empleados civiles, rescindir contratos y preparar nuestras bases militares a lo largo del país para que reduzcan operaciones", manifestó el gobernante.
Según el jefe de esa secretaría, Robert Gates, 100 mil funcionarios y una cifra igual de contratistas podrían quedar sin empleos a principios del próximo año.
En la actualidad el Capitolio está en receso, y aunque comenzará a funcionar el lunes venidero lo hará por escaso tiempo antes de cerrar sus puertas por Navidad.
Sin embargo, la bancada demócrata en el Congreso parece no estar dispuesta a dar un cheque en blanco al gobierno si no presenta un cronograma de retirada militar de Iraq, algo rechazado de plano por Bush.
Como medida de fuerza, los liberales presentaron una contrapropuesta consistente en una partida de 50 mil millones de dólares para esos conflictos.
La iniciativa prevé también el retiro de los soldados de Iraq en un año.
En mayo pasado, una factura similar fue impugnada por la Oficina Oval y los demócratas se quedaron cortos de votos para neutralizar el veto de la rama ejecutiva.
