Teherán, 18 de diciembre, PL, para RIA Novosti. Irán dejó hoy fuera de toda consideración renunciar a su programa nuclear y denunció que la crisis generada por Estados Unidos obedece a razones absolutamente políticas, sin tomar en cuenta sus legítimas necesidades de desarrollo.
"El problema no es por motivos legales ni técnicos, sino políticos", remarcó en entrevista exclusiva con Prensa Latina el vicepresidente para la Planificación y los Asuntos Internacionales de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohammad Saeidi.
Dicho funcionario accedió a dialogar con este reportero, una deferencia poco usual para periodistas extranjeros en Teherán, luego de un exhaustivo y dilatado control de seguridad para acceder a las instalaciones de ese ente gubernamental, quizás el mejor custodiado hoy en el país persa.
Al hablar sobre las proyecciones oficiales en esa materia, precisó que las autoridades iraníes tienen previsto producir unos 20 mil megavatios de electricidad nuclear en los próximos 20 años para suplir las necesidades energéticas de todo el territorio.
Recordó que después de instaurarse la República Islámica en 1979 varias compañías y gobiernos occidentales abandonaron los contratos para desarrollar la energía nuclear iraní, lo que llevó a la naciente revolución a emprender virtualmente sola ese camino.
Desde la perspectiva de Saeidi, para ser un país independiente se debe tener soberanía energética, sobre todo en el mundo actual en el que cada vez preocupa más el agotamiento de los combustibles fósiles y las fuentes alternativas para sustituirlos.
Subrayó que esa apreciación es compartida por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y ha sido ampliamente discutido en múltiples foros mundiales, incluido el realizado en 2005 en Roma o Viena sobre fuentes alternativas.
En los últimos tres años si usted desea ir a la búsqueda de nuevas fuentes y pretende sociedades avanzadas para todos los países en vías de desarrollo, tiene que procurar el acceso a la tecnología y la energía nuclear, opinó.
"No hay ninguna otra vía", aseveró, al indicar que actualmente en el orbe predominan tres tecnologías de avanzada, a saber, la nuclear, la biotecnología y las nanotecnologías (campo de las ciencias aplicado al control y manipulación de la materia).
"Esas tres son la materia básica para el progreso de la comunidad mundial en el siglo XXI", acotó.
Al respecto, consideró legítima la aspiración de todo país en desarrollo a acceder a la energía nuclear, y exhortó a aquellos que la posean a transferirla a otros, siempre dentro de las normas fijadas por el OIEA y el Tratado de No Proliferación (TPN).
Saeidi llamó al OIEA a hallar mecanismos efectivos para conseguir que se concrete la cooperación de los estados en este campo, y recordó que es un compromiso de los signatarios del TPN compartir conocimientos y transferir tecnología a otros que lo requieran.
Desafortunadamente, eso no ocurre, pero los países que reciban asistencia en esa materia tienen que someterse a lo establecido por el TPN, y aceptar la supervisión y monitoreo del OIEA en todo lo que tenga que ver con asuntos nucleares.
En opinión de Saeidi, cualquier elección para otra fuente de energía "es impensable", y acto seguido abundó en ejemplos sobre la transparencia y claridad del programa nuclear con fines pacíficos de esta nación, avalado por el organismo internacional.
El funcionario de alto rango de la OEAI, cuya responsabilidad lo obliga a mantener estrecha relación con la directiva y los inspectores que han visitado Irán, explicó que el enriquecimiento de uranio es una condición indispensable para obtener el combustible nuclear.
Saeidi indicó que Irán contempla enriquecer uranio hasta un cinco por ciento, proporción aceptada por el OIEA.
"No se puede separar una cosa de la otra, están estrechamente ligados ambos procesos", puntualizó e indicó que sin ese combustible es imposible obtener la energía eléctrica a partir del átomo, tal como hacen numerosos países occidentales y otros del Tercer Mundo.
Respecto a un reciente informe de los servicios secretos estadounidenses, según el cual Teherán detuvo en 2003 un supuesto programa para producir el arma nuclear, Saeidi advirtió ambigüedad deliberada pues cuestiona el actuar de este país antes de esa fecha.
"El OIEA no tiene duda de que el programa nuclear del país es transparente y pacífico. Irán ha colaborado con el OIEA y éste ha podido constatar que en el pasado y el presente nuestro programa de energía atómica ha sido claro y transparente", puntualizó.
Y concluyó: "el problema nuclear que Estados Unidos quiere ver en Irán no es por causas legales ni técnicas, sino sólo políticas, de ahí la presión sobre el país".
