El director del Servicio Nacional de Inteligencia de EEUU, Michael McConnell, reconoció el miércoles que China y Rusia representan una amenaza para EEUU, lo mismo que Al Qaeda, Irak e Irán. A Moscú y a Pekín se les incrimina el terrorismo informático, así como la intención de aprovechar la creciente influencia económica para la promoción de intereses políticos propios.
Michael McConnell fue el principal ponente en las audiciones anuales celebradas ayer en el Comité del Senado para la inteligencia. Formalmente, McConnell dedicó a Rusia menos tiempo que a Irak, Irán o Al Qaeda pero "la parte rusa" de su discurso fue la más sensacional, según el periódico Kommersant. Por vez primera, el director de Inteligencia de EEUU mencionó a Rusia entre las principales amenazas para la seguridad nacional. McConnell teme al "potencial financiero de Rusia, China y los países de la OPEP que eventualmente podrían aprovechar el acceso a los mercados externos para ejercer influencia financiera global en beneficio de sus propios objetivos políticos".
Otra conclusión de McConnell es que "países como Rusia y China tienen posibilidades técnicas para penetrar en el sistema de información de EEUU y recoger datos de inteligencia".
Una fuente próxima a los servicios de inteligencia estadounidenses atribuye esta evaluación al "análisis del ataque informático que la parte rusa lanzó el pasado año contra Estonia, en pleno fragor del conflicto en torno al Soldado de Bronce, así como de otras acciones realizadas por servicios secretos de Rusia".
