Rusia, Francia y Noruega firmaron el acuerdo tripartita sobre la constitución de la compañía conjunta, encargada de desarrollar el yacimiento gasífero Shtokman en el mar de Barents. Gazprom quiere dividir riesgos y asimilar tecnologías de explotación de campos de gas en el mar. Pero el objetivo clave del monopolio ruso consiste en obtener el acceso a las redes de distribución de gas en los países socios lo que la UE trata de impedir cueste lo que cueste.
La nueva compañía Shtokman Development AG está domiciliada en Suiza. La participación de Gazprom en su capital social es del 51%, Total y StatoilHydro poseen el 25% y el 24% de las acciones, respectivamente. Según los datos preliminares, el proyecto de desarrollo de la primera fase del yacimiento Shtokman, con reservas de gas estimadas en 3,8 billones de metros cúbicos, costará de 12 a 14 mil millones de dólares.
Los expertos creen que Gazprom se propone participar en el desarrollo de los yacimientos que poseen los países socios y, lo principal, obtener acceso a sus redes distribuidoras de gas. "La participación en el proyecto de la francesa Total da a entender que Gazprom obtendrá el acceso a las redes distribuidoras de gas de Francia y de Bélgica", opina el jefe del departamento analítico de la compañía Otkrytie, Halil Shajmamétiev.
No obstante, hay quien pone en duda la posibilidad del consorcio ruso de alcanzar el objetivo propuesto. "En el mejor de los casos, Gazprom podrá hacerse con una parte de activos de estas compañías -dice el analista de Antanta Kapital, Timur Jairulin-. Pese a que tienen fuertes posiciones en Europa, muchas decisiones se toman en el nivel de la UE. Y para poder aumentar su presencia en el continente europeo Gazprom tendrá que superar veto político."
Pero Francia y Noruega gozan de una influencia muy fuerte en la UE y pueden tomar decisiones por cuenta propia, llegaron a la conclusión compartida los expertos. "En el plano estratégico, para Francia y Noruega es muy importante participar en el proyecto Shtokman. Por eso no se descarta que los Gobiernos de estos países levanten su voz en apoyo de Rusia como socio energético", explica el subdirector general del Centro de Tecnologías Políticas, Alexei Makarkin.
