La cooperación en el sector de energía será el punto clave de las conversaciones que el presidente de Turkmenistán, Gurbanguli Berdymuhamédov, celebrará este lunes en Ankara con el primer ministro de Turquía, Tayyip Erdogan. Se trata de la participación de Turkmenistán en la ejecución del proyecto de gasoducto a través del Caspio al soslayo de Rusia.
Según los datos que obran en el poder de Vremia novostei, es posible que participe en las negociaciones a título no oficial Steven Mann, comisionado especial para política energética en la cuenca del Caspio de la Secretaría Americana de Estado. La decisión de vender el gas natural a precios medios europeos desde 2009, anunciada por Kazajstán, Turkmenistán y Uzbekistán el pasado 11 de marzo, daba motivos para suponer que para las autoridades de Ashjabad carece de sentido buscar las rutas de exportación de gas, alternativas a las que pasan por Rusia. No obstante, un par de días después de anunciada la subida de los precios del gas, unas fuentes del Gobierno de Kazajstán exteriorizaron el propósito de esta república de evitar el cierre de contratos estratégicos con Gazprom. Astana y Ashjabad no desean asumir compromisos a largo plazo ante el consorcio ruso para disponer de un margen de maniobra y poder exportar dentro de pocos años el gas natural por tuberías al soslayo de Rusia. Tashkent aún no ha dado a conocer sus planes, pero es indudable que seguirá el ejemplo de los países vecinos.
Los dirigentes turcos se proponen convertir el país en importante centro distribuidor de energía. Los autores del proyecto ambicioso creen que la construcción de depósitos subterráneos de gas y de plantas químicas y de licuación del gas natural permitiría orientar hacia Turquía los flujos del gas centroasiático, garantizar su venta en cualesquiera volúmenes a precios convenientes para el proveedor y acabar con la condición de comprador exclusivo del gas centroasiático de que goza ahora Gazprom.
También Israel pone sus miras en el gas procedente de Asia Central. El tendido de un gasoducto desde Turquía podría proporcionar la independencia energética a esta potencia regional.
Las autoridades de Ashjabad dan a entender que tampoco están en contra de reanimar el proyecto de gasoducto Transafgano hacia Pakistán y la India, sugerido en la década de los noventa del pasado siglo. En honor a la verdad, pese a la disposición del Banco Asiático de financiar la elaboración del estudio de factibilidad del proyecto, la revisión al alza de los precios del gas centroasiático puede generar problemas para sus posibles consumidores en Indostán.
