Bielorrusia quiere construir una central nuclear capaz de cubrir al 25% la demanda nacional de energía eléctrica y ha invitado a EEUU, Francia y Rusia a participar en el respectivo concurso. Expertos creen que el factor financiero será decisivo a la hora de adjudicar el proyecto, escribe hoy el rotativo Vremia Novostei.
Minsk espera que los participantes potenciales -la americano-japonesa Westinghouse-Toshiba, la francesa Areva y la rusa Atomstroyexport - respondan a su oferta en cuestión de un mes. La primera unidad generadora de la futura planta nuclear debe hacerse operativa en 2016, y la segunda, dos años más tarde. La central tendrá una potencia de 2.000 megavatios y costará cuatro mil millones de dólares.
El futuro ganador del concurso deberá suministrar los reactores llave en mano. El proveedor general responderá por "todo el conjunto de equipos, su ajuste, puesta en marcha, seguridad y características operativas de la central atómica", precisó Alexander Mijalévich, portavoz de la Academia de Ciencias de Bielorrusia. Este país no tiene experiencia en lo que atañe a la construcción de las plantas de energía nuclear, de modo que prefiere tratar el tema con un proveedor único.
Irina Tochitskaya, del Instituto bielorruso de privatización y gestión, señala que Minsk no dispone de suficientes recursos para implementar este proyecto, por lo cual tendrá que buscar financiación externa. Si escoge como contratista a la rusa Atomstroyexport, podrá obtener un crédito atado por parte de Rusia, con la cual ha logrado acordar el tema de la reestructuración en el pasado.
Diversos expertos opinan que este factor va a ser decisivo para la adjudicación. Bielorrusia tendrá que ingresar sumas considerables por la venta de energía eléctrica, si aspira a devolver el crédito de forma autónoma. El problema es que Rusia y Ucrania no necesitan importar la electricidad y las naciones del Báltico pretenden llevar a cabo su propio proyecto de energía nuclear.
"En caso de que Atomstroyexport se quede con el contrato y Rusia otorgue un crédito para financiar la construcción de la central, además de suministrarle el combustible nuclear, difícilmente podremos afirmar que Bielorrusia avanza hacia la diversificación de las fuentes y la autonomía energética", constata Tochitskaya.
