La actividad de emisarios europeos y estadounidenses en la región del Caspio obliga a movilizarse también al monopolio gasífero ruso Gazprom, constatan hoy los diarios moscovitas Vremya Novostei y Kommersant.
Gazprom podría comprar el gas en Azerbaiyán a precios de mercado y sobre la base de un contrato a largo plazo, declaró el lunes Alexei Miller, jefe de esta empresa. Una fuente familiarizada con la oferta señaló que Gazprom está dispuesto a iniciar tales operaciones a partir del próximo año y adquirir cualquier cantidad que Azerbaiyán pueda venderle a precios mundiales, los cuales van a supera US$300 por mil metros cúbicos.
En el pasado, Azerbaiyán importaba el gas ruso. En 2005, por ejemplo, Gazprom le vendió 4,5 mil millones de metros cúbicos a un precio de US$60. Al año siguiente, la tarifa aumentó a US$110 por mil metros cúbicos, y en 2007, a US$230, debido a lo cual el volumen de los suministros se redujo tres veces. Azerbaiyán optó por incrementar la producción propia en el yacimiento de Shah Deniz y llegó a un acuerdo con Georgia y Turquía para poder redistribuir las cantidades de gas.
Las reservas exploradas del gas natural en Azerbaiyán ascienden a 1,5 billones de metros cúbicos mientras que el consumo interno se mantiene al nivel de 11-14 mil millones de metros cúbicos al año. La mayor parte de las reservas se concentra en Shah Deniz, campo gasífero situado en el sector azerbaiyano de la plataforma del Caspio. El yacimiento tiene hasta 1,3 billones de metros cúbicos en total y podría generar para la exportación 12 mil millones de metros cúbicos en una primera etapa y entre 17 y 19 mil millones más tarde. Con lo que cuesta el transporte del gas a Turquía y a otros países, a través de las tuberías que aún están por construir y cuya estimación presupuestaria tiende a subir constantemente, será bastante difícil hacerle competencia a Gazprom en esta materia.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, prometió considerar esta oferta que deja a su país un margen más amplio para el regateo con los importadores del gas - Turquía, Grecia e Italia - escribe Vremya Novostei. La turca Botas es la única empresa que hasta la fecha ha firmado con Azerbaiyán un contrato para la adquisición anual de 6,6 mil millones de metros cúbicos, a unos precios que son fijos y bastante modestos.
Por otro lado, Azerbaiyán es la cabecera de playa con que la diplomacia occidental cuenta en el Cáucaso. Ha sido precisamente Bakú el que ha liderado hasta la fecha el grupo de apoyo a los planes de crear corredores para el transporte de hidrocarburos del Caspio a Europa, al margen de Rusia. Tampoco debemos olvidar que Azerbaiyán guarda ciertos recelos con Gazprom y que tiene ciertos intereses como país de tránsito, por cuyo territorio pasan el oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan y el gasoducto Bakú-Tbilisi-Erzurum, dos tuberías que aún no trabajan al tope de sus capacidades. Aceptar la oferta rusa significaría, de hecho, dejar ocioso el gasoducto que le conecta con Turquía.
