Las conversaciones sobre el nuevo acuerdo de cooperación, que arrancan hoy en la cumbre Rusia-UE de Janti-Mansiisk (Siberia), pueden durar años, escribe en su edición de hoy el diario ruso Vedomosti.
Rusia es el tercer exportador en importancia a la UE y su mercado es cuarto en importancia para los productores comunitarios, dijo el presidente ruso, Dmitri Medvédev, explicando la necesidad imperiosa de firmar en nuevo acuerdo de cooperación, pues el plazo de vigencia del anterior expiró en diciembre de 2007.
Primero, puso veto a las conversaciones Polonia, descontenta con las restricciones sobre importaciones de la carne polaca impuestas por Rusia. Luego, presentó sus reclamaciones Lituania, aunque tuvo que retirar algunas de ellas bajo presiones por parte de Alemania y Francia. No obstante, las autoridades lituanas insistieron en concretar el documento en la medida máxima posible, en especial en el capítulo de la energía.
A juicio de Moscú, el nuevo acuerdo con la UE debe ser conciso, jurídicamente vinculante y libre de detalles excesivos, manifestó el asesor del presidente de Rusia, Serguei Prijodko.
Rusia también teme que el fracaso del referéndum irlandés sobre la Constitución europea tenga repercusiones negativas en el proceso negociador. Los acuerdos de Lisboa suponen una mayor centralización de la política exterior de la UE, mientras ante la situación configurada, había que esperar que todos los países de la Unión Europea lleguen al consenso sobre un asunto concreto.
No obstante, existe la esperanza de que las partes tarden sólo un año en concertar el nuevo acuerdo de cooperación, señalaron las fuentes del Kremlin.
