Moscú, 23 de julio, RIA Novosti. El boicot de los consumidores rusos a la cerveza checa, en el caso de que se instale en su territorio un radar del sistema de defensa antimisiles de EEUU, sería un golpe contra la economía de ese país, opina el experto Alexandr Pikáev, de la Academia de Ciencias de Rusia.
EEUU planea emplazar en la República Checa un radar y en Polonia, diez misiles interceptores, bajo pretexto de defenderse contra la amenaza que supuestamente parte de Irán. Rusia teme que dichos sistemas puedan presentar amenaza para su seguridad.
"El rechazo a la cerveza checa sería quizás una respuesta más seria que la restricción de los suministros de petróleo o las notas de protesta del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia", manifestó Pikáev hoy en rueda de prensa en RIA Novosti.
El convenio sobre el emplazamiento de un radar de EEUU en territorio checo fue firmado el 8 de julio, y actualmente debe someterse al procedimiento de ratificación en ambas cámaras del parlamento checo, luego de lo cual lo deberá firmar el presidente del país.