Hasta ahora no está definido el estatuto de las consultas internacionales que comenzaron en Ginebra y que versarán sobre la seguridad en el Cáucaso. Tal vez así sea mejor porque no se vislumbran acuerdos y son mínimas las probabilidades de que Abjasia y Osetia del Sur participen de lleno en las consultas tal como lo desea Moscú, escribe hoy el diario ruso Kommersant.
Los objetivos fijados por Moscú son bastante irreales. Por ejemplo, se habla de firmar con Georgia acuerdos de no empleo de la fuerza contra Abjasia y Osetia del Sur. Pero, ¿acaso alguien ha podido convencer a China de no emplear la fuerza contra Taiwán? ¿Por qué entonces se piensa que se puede convencer a Georgia? ¿Porque es muy pequeña?
También se está hablando de medidas que permitan evitar la "desenfrenada militarización" de Georgia. O sea, se propone imponer sanciones. Pero ello incumbe exclusivamente al Consejo de Seguridad de la ONU y el resultado ya se conoce
Rusia sostiene que el estatuto jurídico internacional de Abjasia y de Osetia del Sur ha quedado esclarecido "de una vez y para siempre" y no desea más discutirlo. Pero sí desea legalizar ese estatuto a través de la participación de los abjasos y surosetas en las consultas de Ginebra. Pero, ¿cómo lograrlo? Pues, no lo sabe.
Es casi seguro que los representantes de Abjasia y de Osetia del Sur se presentarán en Ginebra con pasaportes rusos. Entonces, esas repúblicas caucasianas se asemejarán a las repúblicas soviéticas de Ucrania y de Bielorrusia que actuaban en la ONU como Estados independientes de la Unión Soviética.
Fuentes diplomáticas subrayan que la delegación rusa asistirá sólo a las sesiones en las que participarán los representantes abjasos y surosetas. O sea, la delegación rusa estará ausente en las sesiones plenarias.
Rusia asistirá a las reuniones de las comisiones de trabajo, en las que también participarán los representantes abjasos y surosetas. Pero en esas reuniones se tocará un tema tan poco agradable como el de los ciudadanos georgianos desplazados de Abjasia y de Osetia del Sur. Y son muchos, casi un cuarto de millón de desplazados.
De manera que las consultas de Ginebra y su formato no vinculante convienen de lo mejor a Moscú. Porque si las partes no logran ningún acuerdo, no pasará nada.
