Roma, 30 de octubre, RIA Novosti. El Papa Benedicto XVI dio su visto bueno a las pruebas psicológicas que permiten evaluar la orientación sexual de la persona y probar que los futuros sacerdotes de la Iglesia Católica pueden controlar sus instintos sexuales, comunicó el Vaticano.
Por ahora no se emplea ese tipo de pruebas.
Las "fuertes tendencias homosexuales" y la "indeterminada pertenencia sexual" a la par con la "excesiva brutalidad" son los rasgos que impedirán hacerse sacerdote católico.
En el documento aprobado por el Vaticano se señala que los candidatos deberán ser notificados anticipadamente de las pruebas y que las preguntas que se les harán deberán ser claras al máximo posible.
Otra importante condición del Vaticano es que las pruebas deberán ser exclusivamente voluntarias.
La necesidad de tomar tales medidas quedó evidente después del escándalo que estalló este año, cuando se supo que sacerdotes católicos australianos abusaron sexualmente de unos 40 niños durante varios años.
Benedicto XVI ofreció disculpas públicas por petición de los parientes de los niños abusados.