La Habana, 20 de diciembre, RIA Novosti. La visita de una escuadra naval rusa a Cuba, por primera vez desde la desintegración de la URSS, marca el comienzo de una nueva etapa de relaciones entre La Habana y Moscú, piensa Oleg Morózov, subjefe primero de la Cámara baja del Parlamento ruso.
El destructor antisubmarino "Almirante Chabanenko" y dos buques auxiliares, «Iván Bubnov" y "SB-406", anclaron el pasado viernes en el puerto de La Habana y se quedarán en esta capital hasta el 23 de diciembre.
"Es un excelente comienzo de la nueva fase de relaciones ruso-cubanas", resaltó Morózov al depositar, junto con marineros rusos, una corona floral al pie del Monumento al Soldado Internacionalista Soviético, en las afueras de La Habana.
El vicepresidente de la Duma llamó a "repensar" el período de gran amistad entre la Unión Soviética y Cuba y deploró el hecho de que Moscú "no supo guardar lo que había ido fomentando en el pasado", tanto en Cuba como en la Europa del Este y en el espacio postsoviético.
La visita de buques de guerra rusos a La Habana, señaló, es "un símbolo de que las relaciones entre ambos Estados se reconstruyen a un nivel conceptualmente nuevo" y "un símbolo de confianza recíproca".
El parlamentario subrayó que Rusia está dispuesta a desarrollar las relaciones con Cuba en todas las asignaturas. "Sería una decisión incompleta, si restableciéramos las relaciones económicas y comerciales sin dar los respectivos pasos en el terreno técnico militar", afirmó.
Con su irrupción en Latinoamérica, Rusia trata de afianzar el mundo multipolar y enviar una señal a todo el conjunto de naciones, para que respeten su postura y entiendan cómo ve el futuro desarrollo del mundo moderno, piensa Morózov. Él se muestra convencido de que "nunca volveremos al entramado que permitía imponer al mundo decisiones unilaterales" y Rusia "será uno de los factores" que van a asegurarlo.
"En el contexto actual, esta visita tiene enorme importancia política", resumió.
La escuadra naval rusa, liderada por el crucero nuclear lanzamisiles "Pedro el Grande", buque insignia de la Flota del Norte, participó a primeros de diciembre en una serie de ejercicios conjuntos con la Armada venezolana (Operación Combinada Venrus 2008), que se desarrollaron en el Caribe. El buque antisubmarino "Almirante Chabanenko" y dos buques de apoyo también efectuaron visitas a Panamá y Nicaragua.
El "Almirante Chabanenko", uno de los navíos más modernos de la Armada rusa, está provisto de misiles antibuque Moskit y sistemas de defensa antiaérea, aunque su aplicación principal es la detección y destrucción de sumergibles.
