La economía rusa, locomotora tradicional para el espacio postsoviético, frena actualmente la evolución de otros miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), escribe este martes Nezavisimaya Gazeta al comentar un informe del Banco Mundial (BM).
Expertos del BM auguran que la continua caída de la producción industrial, el creciente desempleo y la fuga de capitales harán a la economía rusa retroceder este año un 7,5%, frente al pronóstico anterior del 4,5% y el promedio global del 2,5%.
El pasado mes de mayo, la producción industrial en Rusia se desplomó en el 17,1%, y el comercio minorista, en el 45,6%. El salario medio y los ingresos reales bajaron, respectivamente, en el 3,3% y el 1,3%, todo ello, en términos anuales.
Esta recesión repercute notablemente en las naciones vecinas. Las transferencias monetarias de Rusia a otros miembros de la CEI se redujeron ya en un 25%, por primera vez en diez años. "Se verán afectados en mayor grado pequeños países que importan el petróleo y mantienen estrechos vínculos con Rusia", señala el informe del BM. Así, el PIB de Armenia descenderá en un 6%; el de Bielorrusia, en el 3,3%; y el de Moldavia, en el 3%. Como promedio comunitario, la caída será del 6,2%.
