Londres, 9 de octubre, RIA Novosti. La reina de Gran Bretaña, Isabel II, y su esposo el príncipe Felipe de Edimburgo asistieron hoy una misa fúnebre en homenaje a los soldados británicos caídos durante la guerra en Iraq. La misa se ofició en la catedral de San Pablo de Londres, reportó el Ministerio de Defensa del país.
Esa ceremonia fúnebre simbolizó el fin de la misión militar británica de seis años de duración en Iraq, la cual costó la vida a 179 soldados.
A finales de abril de este año, las tropas del Reino Unido concluyeron la fase combativa de la misión.
En la ceremonia fúnebre estuvieron presentes el primer ministro de Gran Bretaña, Gordon Brown; miembros de la familia real, veteranos de la guerra y familiares de los soldados caídos y heridos.
Gran Bretaña apoyó en 2003 la campaña militar de derrocamiento del régimen de Sadam Husein en Iraq, iniciada por Estados Unidos, y en más de seis años, al menos 120 mil militares del Reino Unido estuvieron de servicio en Iraq.
La participación de Gran Bretaña en la guerra de Iraq suscita muchas discusiones. Una investigación parlamentaria realizada en 2004 demostró que eran poco fidedignos los datos de los servicios de inteligencia, a raíz de los cuales se tomó la decisión de participar en esa campaña.
En agosto último empezó otra investigación sobre las circunstancias que obligaron a Gran Bretaña a tomar parte en dicha campaña. El proceso tendrá un carácter abierto al máximo, en su marco se escucharán las declaraciones de participantes de la guerra, familiares de los caídos y funcionarios de diversos niveles, incluido el ex primer ministro Tony Blair.
