Moscú, 7 de noviembre, RIA Novosti. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, piensa que las relaciones entre su país y Europa podrían haberse desarrollado de una manera distinta en las últimas dos décadas.
"El Muro de Berlín siempre fue un símbolo de la división entre dos civilizaciones y sistemas de valores en Europa, de modo que su caída se percibía como una continuación de la línea encaminada a la integración europea", señaló Medvédev al conceder una entrevista a los medios alemanes en vísperas de una visita a Berlín, prevista para el 9 de noviembre.
Una parte de las esperanzas generadas por la caída del Muro en 1989 se cumplieron, otras no, reconoció el presidente ruso. Lo más importante, en su opinión, es que Europa recuperó su unidad. "Por otro lado, muchos asuntos que atañen al futuro de Europa y a las relaciones entre la Federación de Rusia y los países europeos podrían haber seguido, a mi modo de ver, un guión algo diferente", dijo.
Rusia esperaba "otro grado de integración en el espacio común europeo tras la desaparición del Pacto de Varsovia", precisó Medvédev al recordar que la OTAN sigue siendo una alianza militar cuyos misiles apuntan al territorio ruso.