Moscú, 23 de agosto, RIA Novosti. Un sondeo realizado hace poco en EEUU demostró que las personas que suelen llevar su perro en el auto corren un riesgo adicional, informaron unos medios.
En el sondeo participaron 1.000 personas que al menos una vez en los últimos 12 meses llevaban consigo el perro al conducir.
Un 80% dijeron que en más de una ocasiones realizaron paseos con sus mascotas. Sólo el 17% utilizaron dispositivos que impiden el desplazamiento del animal en el salón durante el movimiento.
La gerente del Programa de Seguridad en la Carretera de EEUU, Jennifer Huebner-Davidson, advirtió que al producirse el choque a velocidad de 80km/hora, un perro de 4,5 kilogramos pesará 226 kilogramos, y el de 36 kilogramos hará el efecto de un proyectil de una tonelada, si la velocidad es de 50 km/hora. Sobra decir qué consecuencias tendría eso, señaló.
Además de ese peligro, existe otro. Un 60% de los dueños se distraen al viajar con el perro. Uno de cada cinco permite que el can se siente sobre sus rodillas. Otros reconocieron que le daban de comer o beber (7%) o jugaron con el animal (5%). Un estudio en materia de seguridad mostró que la distracción por dos segundos solamente aumenta el doble el riesgo de una avería.
Los defensores de los derechos de los animales a su vez advierten que no se debe llevarlos sentados sobre las rodillas del conductor ni en el asiento delantero, por representar un peligro. Lo mejor es utilizar dispositivos especiales como cinturones o bolsas para transportar perros. Con eso aumenta la seguridad en el salón y se evita la situación de que el perro impida a los socorristas sacar al conductor del auto en el caso de avería.
