La Segunda Guerra Mundial mes por mes. Febrero de 1941

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La guerra entre la Unión Soviética y la Alemania nazi (1941-1945) durante la II Guerra Mundial es uno de los acontecimientos más dramáticos de la historia de Rusia.

La guerra entre la Unión Soviética y la Alemania nazi (1941-1945) durante la II Guerra Mundial es uno de los acontecimientos más dramáticos de la historia de Rusia.

A continuación RIA Novosti presenta a sus lectores un trabajo del experto Iliá Krámnik sobre los acontecimientos más notables de uno de los conflictos bélicos más sangrientos vividos por la humanidad.

El febrero de 1941 fue el 18º mes de la Segunda Guerra Mundial. Ya pasó un año y medio desde el inicio del conflicto armado que se convirtió  en el más grande y sangriento de la historia universal.

En aquel período, casi no hubo batallas terrestres a gran escala. Alemania se preparó para lanzar una ofensiva contra la URSS y concentró una fuerte agrupación de tropas y armamento en su frente oriental.

Al mismo tiempo, en febrero de 1941, las tropas alemanas se despliegan en Libia. El Tercer Reich decidió prestar apoyo a su aliado italiano que sufrió una derrota tras otra en la lucha contra Gran Bretaña.

Para aquel momento, Italia ya casi perdió el control sobre sus teritorios en el Este de África. La Somalilandia Italiana y Etiopía permanecen ocupadas por las tropas británicas. Pero en el Norte de África la guerra tan sólo empezó a cobrar fuerza.

Los adversarios “cruzan espadas” no sólo en los campos de batalla


Además de librar combates en tierra, mar y aire, las partes en conflicto competieron en el desarrollo científico y tecnológico en las fábricas, laboratorios y oficinas de diseño.

En septiembre de 1939, cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, los Ejércitos tenían en sus arsenales casi el mismo tipo de armamento y material bélico que había en la época de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), es decir, carromatos tirados por a caballos, sistemas de artillería obsoletos, un gran número de aviones anticuados, como biplanos revestidos en láminas de madera y tela con tirantes de refuerzo, etc.

Los carros blindados se dispersaron en pequeñas unidades y principalmente servían de apoyo a la infantería. Al mismo tiempo, varios países empezaron a estudiar la posibilidad de concentrar unidades blindadas para lanzar una ofensiva en un punto concreto utilizando la velocidad y maniobrabilidad de los carros de combate.

Alemania fue el primer país que presentó nuevos estándares apostando por la formación de unidades motorizadas de retaguardia, el empleo masivo de vehículos de combate, interacción constructiva de las tropas terrestres con la aviación y rearme de la Fuerza Aérea.

Una vez pasado el pánico provocado por los éxitos de Alemania en Europa Occidental, muchos países empezaron a desarollar nuevos sistemas de armamento.

La Unión Soviética también estaba desarrollando armamentos y material bélico modernos. La necesidad de rearme del Ejército Rojo se destacó ya en la segunda mitad de los 1930, durante a Guerra Civil en España, que demostró la superioridad de las armas alemanas e italianas sobre las soviéticas.

La URSS casi repitió el camino que recorrió Alemania. Ambas partes apostaron por un empleo masivo de las unidades motorizadas y de la aviación con el objetivo de cercar y derrotar al enemigo.

Pero la tarea de la Unión Soviética fue más difícil. Tras la revolución bolchevique y la guerra civil la industria soviética sufrió un enorme retraso y el país carecía de ingenieros y de la mano de obra cualificada. La URSS tuvo que elevar el potencial científico e industrial de nuevo.

Alemania quedó menos devastada y logró conservar su potencial industrial, a pesar de restricciones drásticas impuestas a este país por el Tratado de paz suscrito en Versalles en 1919 al final de la Primera Guerra Mundial y las crisis económicas de los años 20-30.

Entre otras cosas, la economía rusa dominada por la producción agrícola dificultó la industrialización del país que se llevó a cabo a costo de grandes sacrificios.

El propio sector agrario también afrontó demasiados problemas. En las condiciones del colapso industrial la tarea de mecanizar los procesos agrícolas fue muy complicada. Cada paso hecho en el camino hacia el desarrollo  industrial,  la URSS pagó un precio mucho más alto que Alemania.

Estos y otros problemas causaron un impacto en el proceso de desarrollo del material bélico.

Si los alemanes concluían el proceso de ajuste técnico de sus proyectos despuès de conseguir su funcionamiento ideal, en la URSS se apostó, ante todo, por la manejabilidad fácil, solidez y fabricación masiva del nuevo material. Los ingenieros soviéticos se guiaron por esta ideología desarrollando los armamentos que utilizaron durante la Segunda Guerra Mundial.
 
Rearme de las Fuerzas Armadas


En febrero de 1941, los nuevos modelos ya se fabricaban en serie fueron incorporados a los arsenales del Ejéricto Rojo.

Al principio, las tropas soviéticas expresaron muchas quejas por el nuevo material, más que todo por los tanques T-34 y KV, los aviones Yak-1 y MiG-3, algunos sistemas de artillería, etc.

Las tecnologías y equipos suministradas por Berlin a Moscú a cambio de materias primas ayudaron a organizar la producción del nuevo armamento.

Las máquinas modernas permitieron reducir el tiempo necesario para la fabricación del material bélico, mejorar sus características y gastar menos recursos.

Las pretensiones del Ejército desaparecieron poco a poco, pero la dotación de las Fuerzas Armadas con el nuevo armamento y material planteó un nuevo problema, resultó muy difícil y complicado entrenar a los efectivos en el dominio de los vehículos blindados y los aviones modernos.

Entre las causas principales de las continuas derrotas sufridas por las tropas soviéticas en las batallas ocurridas en el verano de 1941 figuran los defectos técnicos y el dominio insuficiente del nuevo armamento y material bélico por parte de los soldados.

Al mismo tiempo, los ingenieros continuaron perfeccionando los nuevos modelos y esto dio lugar a la esperanza de que el Ejército Rojo pudiera alcanzar en breve el nivel tecnológico de su adversario principal, o sea, la Wehrmacht.

Para 1937-39, Alemania ya había eliminado todos los defectos y mejorado los equipos y armas existentes y también aumentó considerablemente el volumen de producción de armamento moderno.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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