Una expedición conjunta ruso-china encontró a principios de mes los restos del “Petropavlovsk”, buque hundido en la defensa de Port Arthur (actual ciudad de Lüshunkou en China) durante la Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905).
Esto hizo recordar las enormes pérdidas que sufrió Rusia en la primavera de 1904. Perdieron la vida en el buque el célebre comandante de la escuadra de la Flota rusa del Pacífico, el vicealmirante Stepán Makárov y el famoso pintor ruso de batallas, Vasili Vereschaguin. También murieron 620 marineros y 29 oficiales.
Hombre de coraje
La catástrofe del “Petropavlovsk” fue uno de los sucesos más importantes de la Guerra Ruso-Japonesa, que influyeron en el curso de la campaña. El 13 de abril de 1904, el buque explotó en una zona minada por los japoneses. El acorazado se hundió casi de inmediato.
Según el historiador militar Alexei Isáev, tras la muerte de Makárov, Rusia no sólo tuvo que ceder el puerto de Porth Arthur sino también estaba condenada a sufrir derrota en la guerra con Japón.
Esta situación conllevó a la caída del Imperio Ruso al provocar la revolución de 1905. La Primera Guerra Mundial asestó el golpe último y definitivo a la Rusia prerrevolucionaria.
“Rusia perdió a un almirante enérgico que alentó ánimos ofensivos en la escuadra de Porth Arthur. Tras el naufragio del “Petropávlovsk” la situación empeoró”, dijo Isaev en entrevista a RIA Novosti.
El experto destacó que las actuaciones de los marineros, incluidas las acciones de Makárov, desempeñaron un papel muy importante durante la Guerra Ruso-Japonesa.
Hay que recordar que la escuadra de la Flota rusa del Pacífico tuvo muchos fracasos desde el inicio de la guerra. Se tomó la decisión de sustituir a su comandante. Se presentaron dos candidatos para este cargo, el vicealmirante Rozhdéstvenski del círculo más próximo al Emperador ruso Nicolás II y el vicealmirante Makárov, héroe de la Guerra ruso-turca de 1877–1878, hombre abierto e intransigente. El zar eligió a Makárov.
En cuanto al destino de Rozhdéstvenski, en mayo de 1905, la 2ª escuadra de la Flota rusa del Pacífico bajo su mandol fue derrotada en la batalla de Tsushima. El propio vicealmirante cayó prisionero de guerra de los japoneses. Posteriormente, fue juzgado en Rusia.
Después de la guerra, Rozhdéstvenski escribió: “Si tuviera coraje debería gritar a todo el mundo: ¡Guardad estos últimos recursos de la Armada. No les enviéis a una muerte segura! Pero no tuve el coraje necesario”.
Rusia podría haber evitado la derrota en la batalla de Tsushima
Según dice un viejo refrán alemán: “Decisión valiente es el camino al éxito”. “Es decir, las decisiones valientes de Makárov seguramente debilitarían a los japoneses”, afirmó Isaev.
El experto añadió que hubo tales decisiones. Según Isaev, al darse cuenta de que los japoneses lanzan la ofensiva contra Porth Arthur siguiendo la misma ruta, los marineros rusos instalaron un campo minado en la zona y lograron hundir dos acorazados del enemigo.
Uno de los testigos del naufragio del “Petropávlovsk”, el oficial Vladímir Semiónov, describe sus impresiones de lo sucedido. “Fue un día horrible. Nunca nos sentimos tan terriblemente agobiados, ni antes ni después de la guerra, ni siquiera en los combates más difíciles. Fue un sentimiento general”.
Isaev cree que si Makárov no hubiera muerto en 1904, la Armada rusa habría podido evitar la derrota en la batalla de Tsushima en mayo de 1905, porque en este caso las fuerzas hubiesen sido más proporcionadas y la escuadra rusa hubiese cumplido órdenes de un almirante más digno.
Pintor de batallas con pensamiento pacífico
Al pronunciar un discurso fúnebre, el célebre pintor ruso, Iliá Repin, calificó a Vasili Vereschaguin como un “coloso” cerca del que “todo parece tan pequeño, tan insignificante”.
En realidad, el mundo artístico de Rusia perdió a una personalidad única. Vereschaguin que vivía fuera de las fronteras, no reconocía a las autoridades y participó voluntariamente en todas las operaciones militares del Ejército ruso. Ocupa un puesto especial en el panteón ruso de bellas artes.
Galina Andreeva, la directora ejecutiva del Consejo Internacional de Museos, en una entrevista a RIA Novosti, destacó que las obras de Vereschaguin impresionan por la grandeza del don que tenía.
El famoso mecenas ruso Pável Tretiakov, fundador del mayor museo de pintura moscovita que lleva su nombre, fue uno de los primeros que se fijó en el talento de Vereschaguin y expuso sus obras en su célebre galería pictórica.
Según el experto, en el espíritu de Vereschaguin se entrelazaron curiosamente la educación militar y los valores morales del ser humano.
“Vereschaguin manifestó en sus obras su postura respecto a la guerra a la que consideraba como un desastre del ser humano. Uno de sus cuadros más dramáticos, La Apoteosis de la Guerra (1871), está dedicado a todos los conquistadores, pasados, presentes y futuros. Es un monumento a las atrocidades de la guerra”, dijo Andreeva.
La especialista añadió que las obras realizadas por el pintor tras su viaje a la India y a Oriente Medio no sólo se distinguen por su valor artístico sino también son importantes desde el punto de vista científico e histórico.
Según Andreeva, en vísperas del 200º aniversario de la victoria rusa en la Guerra Patria de 1812 contra Napoleón, las obras de Vereschaguin dedicadas a aquella guerra representan un interés especial.
Andreeva cree que Vereschaguin fue un gran pintor, un buen investigador y sobre todo un hombre honrado. “La muerte trágica fue un final lógico para su personalidad”, dijo la directora ejecutiva del Consejo Internacional de Museos.
Al recordar a Vereschaguin, Iliá Repin escribió que el pintor había previsto el final trágico de la Guerra Ruso-Japonesa, pero una vez sucedida, inmediatamente fue a Porth Arthur, la zona más peligrosa, “como un verdadero caballero”.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
