El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, ordenó hoy comprobar todas las denuncias de irregularidades a raíz de los comicios parlamentarios del 4 de diciembre aunque al mismo tiempo manifestó su desacuerdo con las consignas de manifestantes que cuestionan el escrutinio oficial.
Medvédev usó su página de Facebook para pronunciarse sobre las protestas que se celebraron la víspera en varias ciudades de Rusia. Recordó que la Constitución rusa en vigor consagra la libertad de palabra y la de reunión. “La gente tiene derecho a expresar su postura, y así lo hicieron ayer. Me alegro de que todo se haya desarrollado en el marco de la ley”, señaló el presidente.
“No estoy de acuerdo con las consignas ni con las declaraciones que se escucharon en los mítines. Sin embargo, ordené comprobar todos los reportes llegados desde colegios electorales, en lo que concierne a la observancia de la legislación electoral”, escribió.
La Comisión Electoral Central (CEC) difundió la víspera el cómputo definitivo que otorga al partido gobernante Rusia Unida el 49,32% de los sufragios; a los comunistas (KPRF), el 19,19%; a Rusia Justa, el 13,24%; y al Partido Liberal Democrático (LDPR), el 11,67%. Otros tres partidos no pudieron superar la barrera del 7% de los votos: Yábloko obtuvo el 3,43%; Patriotas de Rusia, el 0,97%; y Causa Justa, el 0,6%.
La oposición cuestionó la limpieza del recuento oficial y denunció múltiples irregularidades el día de la votación, en particular, el relleno de urnas y la expulsión de observadores desde colegios electorales. En diversas ciudades de Rusia se celebraron en los últimos días acciones de protesta, entre ellas, un multitudinario mitin en la plaza Bolótnaya de Moscú que, según la Policía, reunió a unas 25.000 personas y, según los organizadores, no menos de 40.000. Repetir las elecciones o, al menos, el recuento en los colegios “sospechosos” y destituir al actual presidente de la CEC, Vladímir Chúrov, fueron las demandas más recurrentes en los mítines de ayer.
