La jornada electoral del próximo 4 de marzo en Rusia dará inicio a una oleada de manifestaciones y mítines convocados por seguidores y oponentes del actual régimen, según la prensa local.
Partidarios del primer ministro Vladímir Putin, seguros de que su candidato ganará las elecciones presidenciales en la primera vuelta, se preparan para reunirse en el centro de Moscú en la noche del domingo y celebrar la victoria apenas se den a conocer los resultados de sondeos a pie de urnas y los primeros datos del escrutinio preliminar.
Básicamente serán militantes del Frente Popular de Rusia (FPR) y varias organizaciones juveniles pro Kremlin que también planean aprovechar el evento para presentar una serie de proyectos sociales.
Sus oponentes agrupados en torno al comité organizador “Por unas elecciones limpias” saldrán a manifestarse el 5 de marzo. Dan por sentado que las elecciones de domingo “no son libres ni legítimas”, entre otras cosas, porque fueron organizadas por la misma autoridad electoral que “robó votos” en los comicios parlamentarios del pasado 4 de diciembre y porque la prensa central benefició a un solo candidato, Vladímir Putin.
Ambos eventos ya fueron consensuados con el Ayuntamiento de Moscú. Ambos bandos no descartan que la oleada de mítines postelectorales se prolongue por toda la semana. Así, grupos opositores ya solicitaron permiso para realizar marchas y manifestaciones en la capital los días 8, 9 y 10 también. Lo más probable es que haya una concentración única pero aún está por decidir cuándo.
El alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, aseguró que el Gobierno capitalino hace lo posible por que los manifestantes “de toda laya” puedan expresarse cómodamente pero, al mismo tiempo, previno de organizar mítines no autorizados.
Entretanto, el escritor y político radical Eduard Limónov ya anunció la decisión de celebrar una manifestación no consensuada el 5 de marzo en la emblemática plaza Lubianka, cerca de la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB). Calificó de “cobardes” y “conformistas” a los opositores que aceptaron manifestarse en un sitio alternativo.
El coordinador del Frente Izquierdo, Serguei Udaltsov, respondió a esa acusación diciendo que a Limónov “no le interesan acciones conjuntas sino su propio lugar en el proceso”. “Llevan tres meses dividiendo deliberadamente a la oposición”, escribió en su página de Twitter.
A raíz de las elecciones se convocaron también movilizaciones políticas en otras ciudades de Rusia, entre ellas, Briansk, Ivánovo, Nizhni Nóvgorod, Izhevsk, Cheboksari, Perm, Tomsk, Gorno-Altaisk, Omsk y Vladivostok.
