Siete personas murieron, incluidos unos guardias fronterizos, al dar un proyectil de mortero lanzado por unos desconocidos en un autobús con peregrinos chiitas que cruzaban la frontera entre el Líbano y Siria, informó la noche pasada el rotativo libanés Daily Star.
Los peregrinos se dirigían del Líbano a Iraq para visitar unos lugares sagrados. Cuando el autobús fue parado en el retén para chequear los documentos de los pasajeros, unos desconocidos abrieron fuego. Siete personas, incluidos cinco guardias fronterizos, perecieron; veintiuna recibieron heridas. Once peregrinos - siete libaneses y cuatro sirios - fueron internados en hospitales del Líbano.
Otros detalles del accidente no se dieron a conocer.
Desde hace casi un año, Siria es escenario de violentos choques entre la oposición y las fuerzas gubernamentales. A diario llega información sobre la muerte tanto de civiles como de agentes del orden público y soldados, que se enfrentan a milicias fuertemente armadas. Según datos de la ONU, las víctimas mortales de los enfrentamientos ya excedieron 9.000.
