El Pontífice Benedicto XVI dirigió a los creyentes este 8 de abril, en que los católicos celebran la Pascua, su bendición y su mensaje tradicional “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo), dedicando una especial atención a la situación en Oriente Próximo, la Tierra Santa y el continente africano.
El Papa anunció desde su balcón de la Santa Sede adornado con flores la buena nueva sobre Jesucristo resucitado. Dijo que el Señor apoya a las comunidades cristianas discriminadas y perseguidas por su fe y siempre está al lado de quienes sufren.
El Pontífice instó a cesar el derramamiento de sangre en Siria. Expresó la esperanza de que la alegría de la Pascua anime al pueblo de Irak para no escatimar esfuerzos en su avance hacia la estabilidad y el desarrollo y también ayude a los israelíes y los palestinos a reanudar el proceso de paz en la Tierra Santa.
Benedicto XVI rogó a Jesucristo a prestar el apoyo a los pueblos sufridos de los países africanos, tales como Sudán, Malí y Nigeria.
El Papa felicitó a los cristianos con motivo de la Pascua de la Resurrección del Señor en 65 idiomas del mundo. Los creyentes reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano recibieron la bendición del Pontífice con cerrados aplausos y exclamaciones de alegría.
