Rossiyskaya gazeta, Kommersant, Komsomolskaya pravda
El Ministerio de Defensa suscribe el mayor contrato con la industria aeronáutica rusa
El Ministerio ruso de Defensa firmó ayer en presencia del presidente de Rusia, Vladímir Putin, un contrato para el suministro de 39 aviones aviones militares de transporte Iliushin IL-476 (Il-76MD-90А) por importe total de casi 140.000 millones de rublos, unos 4.500 millones de dólares, escriben en su edición de hoy los periódicos Rossiyskaya gazeta, Kommersant y Komsomolskaya pravda.
Es el mayor contrato suscrito entre los militares rusos y los fabricantes de aparatos aéreos en la historia de la industria aeronáutica rusa.
El nuevo avión centró últimamente una atención tan grande que el mandatario ruso llegó en persona al aeródromo Uliánovsk-Vostochni ubicado en la provincia de Uliánosk, en la ribera del Volga, para presenciar el primer vuelo de este aparato fabricado por la empresa aeronáutica Aviastar-SP. La nave despegó a las 18.00 horas y tocó tierra un cuarto de hora después.
Este avión pesado IL-476 es una profunda modernización del modelo IL-76MD y está destinado al transporte y el desembarco de tropas, material bélico y cargas variadas. Con un peso de despegue de 210 toneladas, la nave tiene un alcance de 5.000 kilómetros con 52 toneladas de carga útil, en comparación con las 47 toneladas y 4.000 kilómetros del modelo anterior. El nuevo avión consume un 10% menos de combustible que su antecesor, está dotado con nuevos motores turborreactores PS-90A-76 y con un tren de aterrizaje reforzado. Su velocidad de crucero alcanza los 830 kilómetros por hora. También fue renovada la aviónica, que incluye un moderno equipo digital. Su tripulación consta de seis personas.
El primer prototipo de IL-476 fue construido en diciembre de 2011. La semana pasada el ministro ruso de Industria y Comercio, Denís Mantúrov, dijo al presidente que el proyecto fue realizado con éxito y que solo dos aparatos de esta clase existen en el mundo: en Rusia y EEUU. Pero el aparato ruso está dotado de tecnologías más avanzadas.
Posteriormente, Putin presidió una reunión dedicada al desarrollo de la industria aeronáutica rusa. Se abordó temas relacionados con la formación de la cartera de pedidos estatales para el suministro de aviones civiles y militares fabricados en Rusia hasta 2020. “Rusia debe tener una fuerte industria aeronáutica, es un imperativo de la seguridad nacional y de la soberanía tecnológica”, dijo Putin, que prometió que el Estado ayudaría a organizar la producción en serie de IL-476.
Al término de la reunión, el viceprimer ministro ruso Serguei Ivanov anunció que además del contrato firmado con el Ministerio de Defensa para el suministro de 39 aparatos, es posible que unos 100 aviones más sean fabricados para otros organismos. En este caso, la empresa Aviastar-SP podrá funcionar a plena carga hasta 2018.
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Rossiyskaya gazeta
Nueva era en las relaciones ruso-pakistaníes
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, inició el pasado 3 de octubre una visita oficial de dos días a Pakistán, escribe hoy el periódico gubernamental Rossiyskaya gazeta.
Las relaciones entre Rusia y Pakistán empezaron a mejorar, pero ambos Estados siguen desarrollándolas con recelo. La visita del canciller ruso a Islamabad debe contribuir a elevar las relaciones bilaterales a un nivel cualitativamente nuevo.
En la agenda de la visita de Lavrov a Pakistán estuvieron previstas dos reuniones: con el ministro de Asuntos Exteriores pakistaní, Hina Rabbani Jar; y con el primer ministro del país, Rajá Pervez Ashraf. Al reunirse con el canciller ruso, su homóloga pakistaní le agradeció su visita y destacó que en las relaciones entre Rusia y Pakistán comienza “una nueva era”. Por su lado, Serguei Lavrov señaló que “la cooperación multilateral entre Moscú e Islamabad ya ha probado su eficacia”.
Ante todo, se trata del desarrollo de un mayor número de proyectos conjuntos, incluida la construcción del gasoducto Irán-Pakistán. Pakistán atraviesa un importante déficit energético de unos 10.000 millones de metros cúbicos de gas. La parte iraní del gasoducto ya fue terminada. Pakistán debe finalizar la construcción de su tramo de la tubería y ponerlo en marcha hacia finales de 2014. En caso contrario, se verá obligado a pagar multas a Teherán.
Este proyecto aumentó la tensión entre Pakistán y EEUU, que considera que este gasoducto hará menos eficaz el régimen de sanciones impuestas por Occidente contra Irán. No es sorprendente que en esta situación Pakistán haya dirigido sus miradas hacia Rusia. Las negociaciones sobre una posible adjudicación de la construcción del tramo local del gasoducto Irán-Pakistán al grupo ruso Gazprom cuyo valor se estima en 1,5 mil millones de dólares, siguen en marcha.
Hace varios días, las partes firmaron un contrato para la modernización de la mayor planta metalúrgica de Pakistán, ubicada en Karachi y construida en su época con la ayuda de especialistas soviéticos. Además, Islamabad muestra interés hacia la cooperación en el sector bancario y la construcción de ferrocarriles. Durante los próximos meses, la Comisión Intergubernamental para la Cooperación Económica y Comercial debe elaborar propuestas concretas para el desarrollo de proyectos conjuntos.
En general, la agudización de las relaciones entre Pakistán y EEUU ofrece a Rusia una buena oportunidad de fortalecer sus posiciones en el sur de Asia. Por otro lado, la tensión entre Washington e Islamabad representa una amenaza a la seguridad regional. Una cooperación activa con Rusia puede reducir esta amenaza y las autoridades pakistaníes lo entienden perfectamente.
Hace poco el parlamento pakistaní mencionó a Rusia en su doctrina en política exterior y exhortó a desarrollar activamente las relaciones con Moscú. Según Hina Rabbani Jar, “Rusia es la fuente de estabilidad a nivel regional e mundial”. Por eso se intensificó la cooperación entre los dos países en el ámbito de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Además, Rusia apoyó la iniciativa del presidente pakistaní, Asif Ali Zardari, sobre la celebración de una conferencia regional dedicada a la lucha contra la propagación de las drogas.
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Izvestia
Rusia recuperará elementos del sistema educativo soviético
El Ministerio de Educación de Rusia quiere recuperar algunos elementos del sistema educativo soviético, informa en su edición de hoy el diario Izvestia.
La intención es formar grupos especializados de los centros de educación profesional y superior, teniendo en cuenta la especialización de la provincia donde estén situados. En el programa habrán de participar centros de investigación científica y empresas locales. Dicha iniciativa parte de la nueva ley educativa.
“En estos momentos hace falta crear un mecanismo que establezca un vínculo directo entre el sector de la educación profesional, la demanda del mercado laboral y los estándares internacionales en dicha esfera. Es necesario formar ‘clusters’ de servicios educativos que integren a los centros de educación profesional y a las empresas del sector”, señalan las fuentes en el Ministerio.
Anteriormente algunos diputados de la Duma de Estado (cámara baja del Parlamento ruso) formularon la propuesta de recuperar el sistema de educación que existía en la Unión Soviética, bajo el cual los graduados se solían “destinar” a un determinado lugar de trabajo. Este principio se estuvo aplicando en el país desde los años 30 del siglo pasado y hasta la desintegración de la URSS.
“Sería poco sensato recuperar algo que ya forma parte del pasado. Sin embargo, la nueva ley intenta promover una cooperación más activa con los potenciales puestos de trabajo y apuesta por la organización de las prácticas profesionales”, aseguran los expertos.
El presidente del centro de programas educativos Skólkovo, Andrei Barkin, califica la iniciativa como un intento de retener a los cuadros cualificados dentro del sector. “La tendencia mundial de los últimos cinco años es unificarlo todo, se busca la consolidación máxima de todos los recursos disponibles”, explica. El objetivo final es elevar el grado de la competitividad del país tanto en la esfera económica como en la científica.
Actualmente muchos estudiantes tienen una motivación más bien escasa durante el período de estudios, dado que no tienen la intención de trabajar con la profesión obtenida, por no tener perspectivas claras. “El sistema soviético resultaría ineficiente en las condiciones actuales, precisan los expertos. Y, además, a nadie se le puede obligar a aceptar un determinado puesto de trabajo. Lo que hay que hacer es establecer contactos con las posibles partes contratantes. Ello no tardará en elevar la motivación de los jóvenes”.
Las prácticas profesionales también ganarían eficiencia con el nuevo proyecto educativo, porque en la actualidad el 90% de los casos resulta ser pura formalidad. La participación de las empresas en el proceso educativo ayudaría a dar solución al problema de escasez de cuadros cualificados, propiciando al mismo tiempo la modernización del sector de la educación profesional, mejorando el nivel de formación de los graduados y respondiendo de manera adecuada a las necesidades del mercado de trabajo.
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