Un científico de Nueva Zelanda logró averiguar cómo una isla inexistente “descubierta” hace 130 años por unos balleneros en el Mar del Coral, al oeste del Pacífico, siguió figurando en los mapas durante todo ese tiempo.
El mes pasado, una expedición australiana informó que no logró encontrar la isla Sandy (Arenoso), que aparece en el prestigioso Times Atlas of the World y el servidor cartográfico Google Earth.
Al conocer esa noticia, el científico Shaun Higgins, de la ciudad de Auckland de Nueva Zelandia, realizó un estudio llegando a la conclusión de que esa isla jamás había existido y debió su aparición en los mapas a una anotación equívoca hecha por unos balleneros en 1876.
Higgins pudo averiguar que la tripulación del ballenero “Velocity” hizo una anotación en el diario de a bordo sobre un fuerte oleaje y unos islotes de arena. Los marineros podían referirse a unos arrecifes coralinos que estaban a poca profundidad o haber indicado erróneamente las coordenadas de un pedazo de tierra firme que vieron, según el científico.
La isla fantasma ploteada una vez en un mapa, siguió pasando a otros mapas a lo largo de más de un centenar de años.
Google Earth ya eliminó de su servidor esa isla inexistente.
