Los gastos concernientes a las elecciones presidenciales del pasado 6 de noviembre en EEUU ascendieron a dos mil millones de dólares, constituyendo así un récord en al historia política estadounidense, informó la prensa internacional haciendo referencia a los informes financieros de varias estructuras del país.
Los fondos gastados en la campaña electoral del partido republicano, encabezado por Mitt Romney, superaron los mil millones de dólares. La campaña del presidente Obama costó casi lo mismo.
Según la prensa, la envergadura de los eventos realizados para recolectar los fondos destinados al apoyo de los candidatos y los gastos concernientes a la agitación política a través de los medios, justifica, en parte, los altos costos de sus campañas electorales.
Tanto Obama como Romney contrataron “ejércitos enteros” para la realización de sus campañas electorales. Además de ello, los candidatos invitaron a participar en ellas a personas con gran solvencia económica, señala la prensa.
De acuerdo con los datos del Comité de acciones políticas (PAC, por sus siglas en inglés), la publicidad de las campañas electorales a través de los medios les costó a ambos candidatos más de 500 millones de dólares.
Varias organizaciones no comerciales, que no están en la obligación de declarar con cuánto dinero financiaron las campañas y a quién exactamente financiaron, gastaron “cientos de millones de dólares” en diversa publicidad para los candidatos.
Uno de los seguidores del partido republicano, propietario de un casino en las Vegas, Sheldon Adelson, donó en la parte final de la carrera electoral de Mitt Romney 33 millones de dólares. Durante toda la campaña electoral Adelson y su esposa gastaron en favor de los republicanos 95 millones de dólares.
