La Administración de Barack Obama expresó este martes su preocupación por una moción legislativa rusa que prohibiría a ciudadanos de EEUU adoptar niños en Rusia pero dejó claro que no piensa politizar el asunto.
“Los niños deberían tener la oportunidad de crecer en familias que les aman; su futuro no debería vincularse a consideraciones políticas que nada tienen que ver”, señaló la Administración estadounidense en respuesta a decenas de miles de personas que firmaron en la web de la Casa Blanca una petición para aplicar sanciones contra el presidente ruso Vladímir Putin y contra los miembros del Parlamento ruso, si prospera la llamada “ley Dima Yákovlev”.
La Casa Blanca se declaró dispuesta a seguir discutiendo el asunto con el Kremlin y recordó que el acuerdo ruso-estadounidense de adopciones, en vigor desde el 1 de noviembre, defiende los intereses de los niños y otras partes implicadas. El Departamento de Estado de EEUU y el embajador estadounidense en Moscú, Michael McFaul, hicieron anteriormente declaraciones similares.
La “ley Dima Yákovlev” se llama así en homenaje a un niño ruso de dos años que murió en EEUU, en 2008, después de que su padre adoptivo lo dejara encerrado en un coche por más de nueve horas bajo un sol abrasador. Según las leyes estadounidenses, el hombre pudo ser condenado a 10 años de cárcel por homicidio involuntario, pero fue absuelto de todos los cargos.
La Cámara baja del Parlamento ruso ya aprobó en tres lecturas dicha ley que impediría a los estadounidenses adoptar niños en Rusia y prohibiría a las ONGs financiadas desde EEUU desarrollar actividades en territorio ruso. El Senado planea examinar el documento el próximo miércoles y, si lo aprueba, lo someterá a la firma del presidente Putin.
La “ley Dima Yákovlev” fue duramente criticada por los sectores liberales en Rusia, básicamente, por no tratarse de una iniciativa autónoma sino represalia contra el Acta Magnitski, la ley estadounidense que deniega visados a funcionarios rusos implicados en las violaciones de derechos humanos y congela sus activos en EEUU.
El Comité de Iniciativas Civiles, una ONG encabezada por el ex ministro de Finanzas Alexei Kudrin, calificó la moción de “política”.
“Como resultado sale perdiendo nuestro país en que el poder legislativo demuestra su dependencia del ejecutivo y de la actual coyuntura política”, resalta una declaración publicada hoy en la web del Comité. La ley viola los derechos de “aquellos huérfanos y niños enfermos en Rusia a quienes nuestro país no puede proporcionar asistencia y seguridad en esta etapa”.
El diario ruso Novaya Gazeta recogió más de 100.000 firmas en contra de la "ley Dima Yákovlev” pero la Cámara Baja no quiso cancelar la tercera lectura. Ahora, el periódico se ha propuesto reunir medio millón de firmas para que el presidente Putin disuelva al actual Parlamento.
También en EEUU se recogieron más de 54.000 firmas para extender las sanciones del Acta Magnistski contra Putin y los diputados rusos, si la polémica ley llega a adoptarse. Ahora que EEUU aclaró su postura al respecto, esta campaña de suscripción en la web de la Casa Blanca queda suspendida.
Mientras, el 56% de los rusos avalan la idea de prohibirles a los estadounidenses adoptar niños en Rusia, frente al 21% que rechazan tal prohibición, según una encuesta realizada por la fundación FOM.
De los niños rusos adoptados en 2011, el 31,4% (3.400) fueron a hogares extranjeros y el 68,6% (7.416) se quedaron en Rusia, según las estadísticas del Ministerio ruso de Educación. Los estadounidenses adoptaron 956 niños rusos el pasado año.
Diecinueve niños rusos murieron en hogares adoptivos en EEUU a lo largo del último decenio, según la oficina del Defensor del Menor ruso, Pável Astájov.
De 1991 a 2006, unos 1.220 niños adoptados murieron en Rusia, incluidos 12 que fueron matados por sus padres, según las informaciones anteriores de RIA Novosti. Estadísticas más recientes no están disponibles.
