El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, admitió el sábado que la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA, por sus siglas en inglés) podría estar tramando un atentado contra él.
“Son cosas creíbles, porque ya han sucedido en América Latina”, declaró Correa, citado por la televisión venezolana teleSur. Agregó que no es descartable “ningún tipo de acto de desestabilización que pueda llegar a nivel físico”, pues la derecha sabe que no le ganará en las urnas. Organismos como la CIA, recordó, suelen mantener “vínculos con grupos de extrema derecha en los países donde operan”.
El periodista chileno Patricio Mery Bell afirmó anteriormente que el cierre de la base aérea estadounidense en la ciudad de Manta, en la costa pacífica de Ecuador, y el otorgamiento de asilo diplomático al fundador del portal de filtraciones Wikileaks, Julian Assange, transforman al presidente Correa en “un objetivo estratégico y militar de la CIA”.
Según Mery Bell, la CIA asignó 88 millones de dólares para desestabilizar al Gobierno ecuatoriano y supuestamente reparte esta suma entre grupos anarquistas, izquierdistas y derechistas para que desprestigien al jefe de Estado.
Rafael Correa, quien ocupa la jefatura del Estado desde enero de 2007, inició esta semana la campaña para la reválida en las elecciones del próximo 17 de febrero, en las que competirá con otros siete candidatos. Sondeos de intención de voto dan un 60% al actual mandatario, frente al 11% de su principal contrincante, el exbanquero Guillermo Lasso.
