La crecida del río Amur cerca de la ciudad de Jabárovsk, en el Lejano Oriente ruso, alcanzó este domingo 647 centímetros, o 5 centímetros más que el nivel máximo histórico registrado en 1897.
Según la dirección regional de Situaciones de Emergencia, el flujo máximo de agua se espera entre el 20 al 25 de agosto, el nivel del Amur podrá subir hasta 650-700 centímetros. La crecida de 600 centímetros ya se considera peligrosa.
Las riadas más fuertes del Amur ocurrieron en 1897, 1928, 1956 y 1897.
A pesar de que se levantan espolones de protección, en la provincia del Amur y el Territorio de Jabárovsk están inundadas casi 6.000 casas en que viven más de 31.000 personas.
El primer médico sanitario de Rusia, Guennadi Oníschenko, declaró hoy en rueda de prensa que urge tomar medidas de purificación adicional del agua por cloración.
El daño económico a la región se cifra en unos 3.000 millones de rublos (100 millones de dólares).