El diario Global Times denuncia en un editorial a la prensa occidental que señala que Pekín busca "su propia versión del sistema Bretton Woods".
Aquellos acuerdos, firmados tras la Segunda Guerra Mundial, asentaron un orden financiero global donde prevalece el dólar y fueron el origen de instituciones como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), dirigidas por Estados Unidos y Europa.
El diario denuncia que observadores occidentales anuncien el inicio de la hegemonía del yuan y aseguren que "China es otro Estados Unidos".
"Esas declaraciones carecen de sentido porque usan la experiencia histórica para engañar a los lectores", asegura el diario, "están alejadas de la verdad y no resisten el escrutinio".
El diario recuerda que una treintena de países asiáticos y europeos participarán en el banco, algunos de ellos con disputas territoriales o divergencias políticas con Pekín.
"El AIIB no se enfrentará al BM ni al FMI, ni intentará darle la vuelta al actual sistema financiero mundial", afirma, agregando que "el espíritu del AIIB es la diversidad y la justicia".
China ha asegurado que 27 países confirmaron el pasado fin de semana su participación en el banco y que espera que sean 30 antes de que acabe el plazo de inscripción, el 31 de marzo.
Entre ellos figuran potencias europeas como Reino Unido, Alemania y Francia, normalmente alineadas en asuntos globales con EEUU.
También los aliados de Washington en Asia han desoído sus presiones para sabotear la iniciativa china.
Corea del Sur ha manifestado su voluntad de entrar, mientras Australia e incluso Japón se lo están planteando.
"Desastre diplomático: Obama humillado ante las prisas de los aliados por apuntarse al nuevo banco chino", titulaba el diario Washington Post la semana pasada.
El AIIB ha supuesto un grave contratiempo para EEUU, que desde el principio alertó de que el banco rebajará los requisitos de créditos en materia medioambiental, protección laboral y derechos humanos.
"Es solo un problema si Estados Unidos piensa que es un problema", señala por email a Sputnik Nóvosti Scott Kennedy, director de Negocios y Economía Política China del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (Washington).
Para este especialista, el AIIB "no supone una amenaza a la arquitectura financiera global existente".
"Sólo le preocupa porque no lo controla, Estados Unidos no se siente cómodo en un mundo realmente multipolar", añade.
El AIIB es la respuesta a la escasa representación de China y el resto de economías emergentes en el BM y el FMI.
Washington tiene poder de veto en el segundo, dirigido tradicionalmente por europeos, y preside el primero.
El AIIB nace para financiar los proyectos de energía e infraestructura que necesita el continente.