El espionaje industrial en la red será uno de los principales temas en la cumbre presidencial que se celebrará la próxima semana entre los presidentes de China y Estados Unidos, Xi Jinping y Barack Obama.
Obama había pedido ayer que la comunidad internacional acordase unos estándares comunes y advirtió de que consideraba el ciberespionaje como un "acto de agresión que debe de acabar".
Funcionarios de Washington desvelaron la semana pasada que estaban estudiando imponer sanciones contra individuos e instituciones de China y Rusia por ataques a compañías estadounidenses.
Al mismo tiempo, ha añadido, "el Gobierno chino protege con firmeza sus propios intereses en el ciberespacio y se opone a cualquier declaración o acción que pueda dañar sus intereses".
El ciberespacio ha ido desplazando a otros temas en la agenda de las dos mayores potencias en los últimos años.
Washington acusa a China de espionaje masivo tanto a empresas como a organismos oficiales.
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Pekín asegura que también es víctima de ataques y acusa a Estados Unidos de cinismo tras el escándalo de escuchas masivas destapado por Edward Snowden, ex trabajador de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).