"Pese a que la situación es transparente, las autoridades polacas continúan aprovechando de la tragedia para ajustar las cuentas políticas dentro del país", dijo comentando la afirmación de la Fiscalía General de Polonia de que los controladores aéreos rusos podrían haber provocado intencionadamente el siniestro del avión.
Zajárova recordó que "las causas verdaderas de la catástrofe aérea cerca de Smolensk han sido determinadas y reflejadas en el informe del Comité Interestatal de Aviación (MAK) del 12 de enero de 2011 tras una investigación escrupulosa".
"La investigación mostró que los investigadores rusos no estuvieron involucrados en lo sucedido, y en Varsovia lo saben bien", dijo.
En el accidente no sobrevivió ninguno de los ocho tripulantes y los 88 pasajeros, miembros de una delegación gubernamental que viajaba a Rusia para rendir homenaje a los militares polacos que la Policía secreta de Iósif Stalin ejecutó en los bosques de Katyn, en 1940.
El Comité Interestatal de Aviación dio a conocer en 2011 el informe final sobre la investigación técnica del siniestro.
Según el documento, la causa directa de la caída del avión presidencial polaco fue la decisión de su tripulación de aterrizar en condiciones de poca visibilidad, en vez de dirigirse a un aeródromo de reserva.
Además se mencionaron causas de "carácter sistémico", como la insuficiente preparación de la tripulación.