Ideas de Perogrullo o palabras sin fundamento. Así han calificado muchos políticos y analistas los objetivos que expuso en el Palacio del Elíseo en la capital francesa, el inquilino de La Moncloa.
Ideas de Perogrullo, porque en sus objetivos planteados, no hay nada nuevo bajo el sol, nada que no se haya planteado antes, pero que en la práctica nunca se llevaron a cabo por distintos intereses de los mismos países de Europa, — así como de EEUU —, involucrados en los conflictos de Medio Oriente, sobre todo en Siria.
Palabras sin fundamento, porque el presidente Mariano Rajoy y su Gobierno al completo, han quedado en evidencia tras el último atentado en pleno centro de Barcelona, en las emblemáticas Ramblas, acompañado de un intento de ataque frustrado en la localidad de Cambrils, al sur de la capital catalana.
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En evidencia porque en pocas horas la policía local catalana, los Mossos d’esquadra, sin la ayuda de fuerzas del orden del resto de España, y sin contar con la colaboración de la inteligencia española, ni europea, desarticularon la célula terrorista.
En evidencia, porque en un arrebato de protagonismo, el ministro de interior de España, Juan Ignacio Zoido, el mismo que no le permitió a los Mossos d’Esquadra el acceso a los datos y recursos del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), ni tampoco integrarse en el sistema Europol, dijo en su momento: "la célula yihadista ha sido desmantelada". Y la réplica de los Mossos fue inmediata: "no, la célula no fue desmantelada, falta Younes". Younes Abouyaaqqub fue quien iba al volante de la furgoneta que atentó en las Ramblas.
La reunión de París, en la que el presidente Emmanuel Macrón convocó a su homólogo español, Mariano Rajoy, a la canciller alemana Angela Merkel, y al primer ministro italiano Paolo Gentiloni, había sido convocada incluso antes de los atentados en Cataluña, y su tema central era la inmigración irregular, motivo por el cual también estaban convocados los jefes de Estado de Chad, Idriss Déby, de Níger, Mahamadou Issoufu, de Libia, Fayez al-Sarraj, y la Alta Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini.
Batalla global y cooperación internacional pidió Mariano Rajoy. El mismo presidente que pide cooperación internacional, negó la cooperación dentro de su país de forma sistemática. Negó a las fuerzas del orden catalanas, lo que sí otorgó a las fuerzas del País Vasco (la Ertzaintza), a cambio del voto del Partido Nacionalista Vasco (PNV), de los prepuestos generales del Estado. El castigo a Cataluña había sido consumado.
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Al respecto, la diputada en el Congreso de España por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Ana Surra, indica que "Mariano Rajoy dice cosas hacia afuera, pero en los hechos, en concreto, estábamos en nivel de alerta 4, y los Mossos d’Esquadra que son la policía de Cataluña, no tenían acceso a los sistemas de seguridad de Europol, y como decía el Mayor (de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís) Trapero, todo lo que sea de Cataluña pasa por Madrid, pero acá (a Cataluña), no llega, no fluye".
"Esquera Republicana (de Catalunya, ERC), ya había solicitado muchas veces en el Congreso (de España) la inclusión de los Mossos d’Esquadra en todos los servicios de inteligencia, sin embargo nunca, ni hasta hoy, se lo han dado. Porque todavía los Mossos d’Esquadra no están incluidos en Europol. (…) Y ahora (Rajoy) sale afuera, a pedirle a otros países que colaboren. Eso lo tendría que haber hecho primero en el país", señala la política.
Para dejar clara la efectividad de las fuerzas catalanas, Surra establece un paralelismo con otros ataques en Europa. Explica que en 80 horas los Mossos resolvieron el atentado con una célula integrada por 12 personas, mientras que en Bélgica estuvieron 4 meses (para resolver los ataques).
Afrontar de forma decidida el reto de la financiación, fue otro de los objetivos planteados por Rajoy en la capital francesa. En este contexto, tras los atentados, unas fotografías que se publicaron del Rey de España, Felipe VI, junto a niños que resultaron heridos, causaron la polémica. Un rey de España que es señalado desde varios sectores de la política y la sociedad española porque España vende armas a Arabia Saudí, que a su vez es acusada de armar a los grupos terroristas, miembros de los cuales terminaron atacando en Barcelona.
"Cuando él (Felipe VI) fue con una delegación de empresarios a Arabia Saudí a principios de este año, viajó presidiendo la delegación para que se hicieran todos los negocios de venta de armas a un país que no respeta los derechos humanos y que además le vende armas a Daesh. Todos sabemos que por ahí se vende el petróleo de Daesh, y por ahí se pasan las armas que compra Daesh. Se publicaron fotos del rey de España dándole la mano al rey de Arabia Saudí, y ellos mismos (los terroristas que reciben armas del país árabe), son los que atentaron contra nosotros. Es decir, 'ustedes hacen el negocio, y nosotros ponemos los muertos'", concluye Ana Surra.